Poemas de Laura killawarmi

NI AQUÍ NI ALLÁ

Se seca la garganta
clima 
de doble cara 
despliega destinos
que el cuerpo 
no comprende

Es un error 
un código 
en la profundidad 
de la piel 
sin palabras
profanando la armonía

El aire de repente 
es un misterio 
que no quiere florecer.

QUIEBRE 

El aire 
amanecido en la fisura
de aquel vidrio
se repliega
en la dureza de mis manos
te recuerdo
de repente

Irreparable transparencia
que nos deja ver 
lo que no queremos

El cristal y la memoria
duelen 
en la misma herida. 

QOYLLUR

Gastaba su desvelo
acunando constelaciones huérfanas
un rincón de cielo
donde dormir
cuando mirara sus ojos

Y se bautizó 
mujerluna
mujerestrella
lunar en la mejilla
Qoyllur en quien creer
aunque luciera 
efímera. 

ESTRELLA MIRANDO EL MAR

Qoyllur 
distante   constelación 
de sueños

Supo 
y sabe 
aquel mar 
mece historias secretas
                       de cuerpos 
secretos
rompiéndose en las 
olas 

Gota a gota 

Qoyllur
ojos de luz fugaz
se aventura 
al naufragio 
de sus besos al vacío
y huecos en los abrazos
destejiéndose en el 
viento

Qoyllur,
brillo de cristal al borde del
quiebre.

Supo
y sabe 
el mar es solo una ilusión
eterno hechizo del  
espejo 
donde se mira. 

Al fin de cuentas,
las estrellas 
solo son,
si su brillo 
nos queda lejos.

PIRUAS EN EL CIELO

Siete cabras
de luz
palpitan en el cielo
              de tus ojos

Creo
descifrar su misterio 
de patronas celestiales
constelación de semillas 
                       nocturnas
para después...

Pero eran ellas
(siempre fueron ellas)
quienes develaban la fuerza 
oculta 
           de mi cuerpo

El susurro 
               cristalino de la voz
del mar
               sobre la piel sedienta.

IMAIMANA

Podría dibujarte,
Imaymana,
mi universo de sed, 
los puntos cardinales
de mi soledad.
Pero somos apenas
una danza de humo
en cornisas distantes.

¡Ay, Imaymana!
Acontecer en el deseo
es promesa
ciclo
veneno brujo.
No todos saben
danzar el amor
Quebrar la profecía
de nunca ser...
Y yo 
siempre me pierdo
aprendiendo a perder.

En la ida y la vuelta
desando, Imaymana,
el camino que soy.
Equinoccios y solsticios 
de un cielo
subrayan el deseo
el sueño
y "tal vez"...
Me rompo en la caída
y en la huella, Imaymana, 
que lloran mis pies.

Podría darte el futuro
a bocanadas y a huracán
a fuerza y ternura,
y a mí...

¡Ay, Imaymana! 
Brújula de la noche,
Imploro a tus siete luces,
el beso 
a mi tempestad...

TINKU

Killa intensa
en la marea
se mece 
ardiente su reflejo
en secreto vaivén 
la turbulencia es danza
y lucha
agua y viento
a la luz y a la sombra
de los cuerpos
de los sueños
que “alguna vez…”

¡Qué no amanezca aún!
¡Que no amanezca!

Te ofrendo en el beso
una promesa
Achiqñawi, brilla
y danza
la música del agua
en la luna
que yo
bajo cualquier cielo
o designio
cumpliré…

¿QUIÉN LO DIRÍA?

Sentir el peso 
de lo ausente
fueguito escondido
quemando el pecho
secreta y ardiente
felicidad
de sentir lo que parece 
vida
aunque duela…

Quién lo diría
aquella luz 
que acuné de niña 
en el umbral de una ventana
mirando pajaritos 
sigue viva…

Nadie entiende
en mis ojos
el peso de esa ausencia
aves, mariposas
que se van
ese cielo sin nada
el despojo de lo posible
la utopía…

Quién lo daría
aquella luz 
era una pena
para encender 
las rendijas de la noche
y mirar…
descubrir
que la ausencia, 
al fin de cuentas, 
era yo…

.

.

.

.

.

Laura killawarmi es docente, madre, soñadora empedernida, jujeña-tucumana, poeta en abandono, deportista rezagada y lo que se vaya dando. Desde el año 2016 coordina talleres de filosofía con niñes y adolescentes en el colegio donde trabaja en Jujuy.

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