La poética del teatro del mundo en la obra de Guillermo Kuitca

Uno de los artistas argentinos más importante y reconocido a nivel mundial, siendo su obra exhibida desde hace cuatro décadas en distinguidos museos y galerías alrededor del planeta.

Guillermo Kuitca es uno de los artistas visuales argentinos más reconocidos a nivel mundial. Nacido en Buenos Aires en 1961, artista precoz, comenzó en el arte desde muy pequeño, tanto que en 1974 a los trece años de edad ya había realizado su primera exposición individual en la Galería Lirolay. Fue como un orden natural de las cosas que estudiara arte, primero por recomendación de una maestra del colegio y con el apoyo de sus padres, transitó por varios talleres como del maestro Victor Chab, llevando una “doble vida”, como afirma el mismo Kuitca en entrevistas: estudiante de día, artista de noche.

En la década de los ochentas con varias muestras locales y luego de abandonar con solo tres meses la carrera de Historia del arte en la Universidad de Buenos Aires, viaja a Europa y a partir de entonces el artista expuso y expone sus obras en los grandes e importantes museos y  colecciones del mundo, como el Met, el MoMA,​ The Art Institute of Chicago, The Tate Gallery, Stedelijk Museum, Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), la Bienal de San Pablo, la Bienal de Venecia, La Documenta de Kassel, entre muchas otras. Además creó la beca Kuitca con el auspicio de la Fundación Proa en 1994-1995 dictando talleres para artistas en el Instituto Torcuato Di Tella.

La consagración de la primavera (1983) acrílico sobre lienzo, 130 x 270 cm,  Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires
La consagración de la primavera (1983) acrílico sobre lienzo, 130 x 270 cm, Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires

 La obra de Guillermo Kuitca está empapada de su experiencia teatral, en 1982 se acerca al teatro dirigiendo su primer espectáculo con Carlos Ianni, práctica y colaboración que durará muchos años dentro de las puertas del Teatro Colón, desde obras teatrales hasta la ejecución del proyecto del diseño del telón del Colón. En sus primeras pinturas, y sobre todo en las de los años ochenta, esto se traduce en escenas llenas de extrañeza cercanas al surrealismo, no en vano se asocia su pintura al psicoanálisis y el expresionismo, cargadas de un clima existencialista angustiante, fantasmal; su obra se asocia a movimientos artísticos como el neoexpresionismo y la transvanguardia. Espacios donde aparecen personajes y objetos dentro de habitaciones que a lo largo del tiempo irán abstrayendo a vistas de plantas aéreas de las mismas, en apariencia inocentes pero donde se insertan símbolos y signos que nos hablan de un microcosmo, un territorio, una frontera, una escena crítica de la vida, ya que pone en diálogo el adentro y el afuera que es el hogar, lo que habita en él, lo que habita en nosotros mismos. 

1990 Afghanistan. Técnica mixta sobre colchón. Colección Daros-Latinamerica, Zürich
1995 sin título, objeto

La arquitectura (constante en su obra) es, con el dibujo y el teatro, una clave importante en la obra de Kuitca. El artista le otorga mucha importancia, ya que evita constantemente la figuración y en específico la figura humana, como lo harán más tarde las cintas de aeropuertos, así surge la imagen de la cama que será un icono importante en sus piezas. La cama se convertirá en un lugar donde transita la vida, donde se nace y muere, donde pasan grandes acontecimientos de nuestra existencia, y se transforma en el alter ego del ser humano. Kuitca lo traduce y abstrae, ya que es una forma de mostrar sin describir. En este sentido la cama saltará con el tiempo a la tridimensionalidad de sus famosas instalaciones de colchones sobrescritos con líneas, palabras, caminos, cartografías a semejanza de mapas, elemento que incorpora a partir de obras como Afganistán (1988). Lo mapas, sus topografías  se convertirán en la expansión del espacio, de esas vistas aéreas de casas, teatros, universidades, que hará a lo largo de su producción artística 

A mediados de la década del noventa, instalado en el barrio porteño de Belgrano R, comienza su serie “Diarios”, pinturas de formato redondas, recicladas de trabajos anteriores sobre la que el artista anota, dibuja, pinta sin ningún plan previo y deja por varios meses, sobre la cual además trabaja creando un palimpsesto de la práctica cotidiana del artista. En su cuenta de instagram el artista en mayo del año pasado en plena pandemia comentó:

“Llevo un diario, pero no el clásico: Querido diario. Llamo diario a mi mesa de trabajo donde se acumulan mis anotaciones, mis garabatos y todo lo que surge cuando tengo un lápiz en la mano”.

1999 Diario (23 de agosto de 99 – 1 de noviembre de 99) técnica mixta sobre lienzo, Ø 120 cm

Una gran curiosidad que rodea a Kuitca es que aunque reside en el país estuvo sin exponer en el mismo por más de casi veinte años desde la década del ochenta hasta comienzos de la primera década del 2000.

(imagen: Dame señor coraje y alegría para escalar la cumbre de este día. 1983. Óleo sobre lienzo, 136.5 x 254 cm)

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