1
NIGREDO
Desde hace 160 días con sus noches no ruge el demonio alado que sobrevolaba estas las ciudades malditas nadie mutila el origen mineral de lo viviente y los pequeños seres los que espiaron siempre desde la delgada tenebrosidad de la infancia bajan a diario a intercambiar sus cristales y sus pieles A mí se me ha conferido el nombre de superviviente Y las bestias las que quedaron las que todavía andan sueltas, yugulan a los pequeños animales les arrancan sus cabezas jóvenes y frescas y como a un juguete precioso las observan pero sin la voluntad de la apropiación humana. La casa que dejé ayer, cuando aún me comprimía en la celdilla asfixiante de la lengua, está llena de insectos. puedo verlos desde aquí: llevan en sus patas antiguas escrituras dejan la exégesis de su reino en las orillas de las tazas que quedaron servidas y que son ahora estanques oscuros silenciosos en los que se dibuja la Nigredo.
2.
PRIMERA CANCIÓN A MI PADRE
Ese día me había peinado mi padre como si fuera un hombre dispuesto a subir a un caballo yo él como una cabra maté a alguien dijo con las mismas manos de peinar pensé y yo de ahí todo y yo de ahí los cismas los barrancos sin aire y por las mañanas sin peinado y los niños perdidos de ese entonces que venían los niños sangrantes de esos días que venían a jugar ponían la locura junto al dulce de la tarde junto al cuchillo y al humus negro de donde regresan sus manos cada vez que mi padre me peina.
3.
HORMIGAS
Sé que el libro que dejaste queriendo darme algo me trajo mala suerte ese día tuve que asesinar a una milicia de hormigas que vino a amenazarme con su capacidad minúscula de construirlo todo a mí que tanto me cuesta apilar juntar adquirir a mí que no podría nunca con toda la basura hacer un hongo para sobrevivir al invierno No creo en la potencia de lo pequeño me he servido de los saltos bruscos del espasmo de la deglución súbita del tiempo Y tu libro: un valor de uso rosado y muerto un producto envasado al vacío una pandemia literaria que ofreces al mundo aunque de corto alcance comercial.
4.
CANAL
Tuve que irme correr por pequeños lapsos arrastrarme y por largas horas usar un vestido como un tubo un conducto que tuve que coser con el nombre femenino de la brea y que comencé a zurcir siete días después de haber nacido a zurcir con los ocho huesos que componen la actual agrimensura de mi mano izquierda Tuve que irme correr con un vestido oloroso triste esencialmente cotidiano heredado de mi familia tras la muerte de un abuelo heroico de un suicidio en los terrenos de Valdivia de un abuelo revuelto en las malezas envuelto en las lombrices de néctar que masticaba antes de transformarlas en vino con sus dientes de herbívora criatura. Tuve que correr dejarme picar por tres serpientes peinarme con la sangre de las manos untar mi cara en alimento Tuve que correr lejos porque cuando estaba allí la tierra comenzaba a taparme me confundía con bulbos y raíces o simplemente carne muerta Un viento caliente me cubría con la saliva de su polvo susurraba amor entre las muelas por ese entonces yo comenzaba a pensar en poblados con mares sus canteros cuyo nombre confundía con la palabra acantilado y de ahí ya pasaba mi mirada a las macetas a sus cultivos claros Tuve que irme correr pero para entonces ya pensaba en poblados con mares y en lugares bellos y ciertos de un modo indetenible.
5.
HOLA ANIMAL
Hola animal he visto cómo llegaste a mí a través del olfato y yo te olí también antes de tocar la fortaleza que convierte mi casa en bosque he reconocido entre los ojos tu degüello y llego a tu encuentro también para lamerte atender tu chillido tu destello tu primera noche acá en la Tierra Yo necesito que alguien cuide el tenor y la calidad de mi alimento que quite con cuidado el nylon que cubre mi cabeza y apoye su mano en mi diafragma para ver si sigue el curso de todo lo existente Contracción-expansión me contraigo más de lo que indican las sanas ecuaciones del mundo me comprimo en los asientos de un tren donde no duermo pero simulo vida Voy y vengo como si afuera de la cápsula hubiera algo un sonido una máquina de oxígeno.
6.
ALICIA
Una mujer llamada Alicia se dice mi madre fija mi nombre en un padrón de enfermería me sostiene me amamanta me asfixia con el oxígeno claro del origen y su cuerpo su cuerpo huele a infierno su cuerpo huele a oficina de correo a tinta su cuerpo huele al pescado de las calles que nada tiene que ver con las mareas del mío sobresalen los ardores de la luz y las costillas y no sé para cuál de las dos es hoy la muerte.
7.
MEZQUINA BÓVEDA DEL BOSQUE
Yo que a los ocho años empuñaba un arma he buscado en esos bosques y ahora busco en las siluetas de cartón que los hombres pusieron para que clavara allí una bala te he buscado, digo entre la inmensa y esotérica arboleda pero la bóveda del bosque siempre supo distraerme marcó mi paso con cabezas ancestrales y trapos oscuros colgados de los cielos Sagrada bóveda del bosque me alzaron tus ramas prometiendo algo que no llegué a escuchar era tan leve la tarde que caían pájaros niños a la tierra y fue tan grande en mí tan de mí que a partir de ese chillido levanté toda mi infancia como piedra Mezquina bóveda del bosque si notabas de lejos los minúsculos mapas de mis manos por qué me salvaste de las balas perdidas de mi padre.
8.
(sin título)
Necesito encontrar a los niños que nacieron el día que nos conocimos Quiero saber si han desarrollado una patología un trastorno si el oxígeno doméstico con el que se atragantan los debilita o les trae el alimento si alguno tiene el pie llagado o plano si traen el pecho partido de antemano o nace entero Quiero saber si alguno de ellos tiene rostro Si llevan por nombre una invocación al nuestro o a la muerte Quiero saber dónde están los niños que nacieron el día que nos conocimos si duermen boca arriba desvalidos si fueron escupidos de alguna constelación inmediata o sólo se batallaron entre el barro y los cuencos infectos de las plazas.
9.
(sin título)
No sé qué hacer con el cuerpo muerto de mi padre de noche me pregunto si será mejor conservarlo recostado o dejar que haga su curso entre la materia y los objetos de cocina Ayer dimos juntos un paseo en bicicleta él atado como pudo dejó que lo tocara el aire en el parque lo acomodé bajo la sombra pero las casas los autos las frutas las canciones de las niñas lastimadas empezaron a entretenerme con la vida.
10.
TORO
Él como nosotros se dispuso en el camino: montaña desprendida del conducto ambiguo de la noche tieso en el sendero donde bramaron las máquinas y nosotros mensajeros suyos trayendo la muerte a galope del asfalto Alguien sabe por qué escapó ese animal con la luna nueva de febrero las manadas aconsejaron el descanso juegos silenciosos agua de laguna Mansedumbre memoria degollada toro sagrado ofrecido a la nebulosa de la noche: a Lyra y a las tres constelaciones que preguntan tu muerte Quieto tu cuerpo tendido en la banquina regó la sangre oscura nueva que rápido desaparecía en la sed milenaria de la Tierra.
Bonus poem
Aljibe
Hace 100 años en esta misma casa me tocó meter la mano en el aljibe surcar la garganta de los inundados meter los brazos profundo traer a luz al cervatillo Hace 100 años en esta misma casa abrí los pulmones encharcados de mis semejantes para escuchar atenta los secretos familiares así cada día: que la mujer del trigo y de la trenza que el niño tragado por el fuego que los cofres con gusanos que la higiene sacra de mis crías Limpia la casa ya el pozo los ancestros ajada la costura de los mundos veo a Júpiter crecer desde la corona solar del fresno Voy a agarrarlo.
Lilia Parisí (San Juan, Argentina,1978) poeta y socióloga. Pasó parte de la infancia en México y Chile. Participó de su primer recital de poesía en mayo 2017, en el ciclo Rumiar Buenos Aires. En 2018 fue invitada por el Ministerio de Cultura de Cusco, a participar de Enero en la palabra, Festival de Poesía del Sur Andino, integró el Festival de Poesía Joven Jauría de Palabras (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, mayo 2019), participó del Festival Internacional de Poesía de Medellín (octubre 2020). En 2018 conformó junto a otras poetas mujeres, la antología La sangre en las fiestas cortas, editado por Textos Intrusos (Mayo 2018). Parte de su trabajo reciente se encuentra en la antología Descosidas, (Buenos Aires, 2019). Es una de las organizadoras del ciclo de poesía Cordillera, estudia actualmente la lengua ancestral andina, Runasimi, y cursa la Maestría en Escritura Creativa en la UNTREF.