El doble o doppelganger es, a través de la historia humana, un tema recurrente que se manifiesta en los diferentes métodos de nuestro arte y que con la llegada del cine encontró un nuevo medio para mostrar y potenciar su razón de existir y estar siempre vigente.
INTRODUCCIÓN
“Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail,
un conglomerado, una manifestación de personalidades.”
Oliverio Girondo
Antes de escribir sobre este tema hubo sesiones extraordinarias en mi cabeza donde miles de Francos expusieron su punto de vista sobre desarrollar o no este tema que a todos, inclusive a los que lo niegan, nos toca de cerca pues es una condición propia del ser humano. La fragmentación de la personalidad es como los piojos, negarlos rotundamente no impide que automáticamente te pique la cabeza al pensar en ellos.
Sobrepasadas las sesiones extraordinarias infinitas que terminaron en fuego y locura, donde el Franco libidinoso escapó de su prisión corriendo desnudo y queriendo mancillar a quien se le cruce, pudimos determinar que era necesario hablar del tema pero ordenando ciertas fichas. Aquí tomó la posta el Franco organizado que no aparece mucho y casi ninguno de nosotros aprecia porque creemos que es el archienemigo natural del Franco creativo, aunque otros apuestan a que esto es un prejuicio que carece de fundamentos.
El más argentino de los Francos, el todólogo, el que opina de todo con actitud de sabio de la montaña que labura de remisero, decidió empezar la explicación hablando sobre cómo la fragmentación en nosotros está presente desde el nacimiento del ser humano como ente racional. Todos alguna vez fuimos como Kevin Wendell Crumb en Split(2016)con múltiples personalidades en la que había una Patricia (otras corriente científicas lo nombran como Papá Pitufo) que trataba de organizarnos mientras vivíamos nuestros días en sociedad (¿qué es la sociedad sino una representación del ser humano donde cada humano es una personalidad?). Pero, como no podemos manejar tal nivel de complejidad y seguir siendo funcionales (a James McAvoy deberían haberle dado 8 óscares mínimo por su trabajo) simplificamos esta característica a su expresión más sintetizada y por lo tanto más usada. La vieja y confiable organización binaria de la existencia. ¿Les suena? Muy cuestionada en la actualidad porque no aplica para casi nada, pero si funciona simplificando todo. Malo-bueno, negro-blanco, femenino-masculino, feo-Franco, digo feo-bello y así hasta el infinito y más allá. Esta división simple nos permitió concentrarnos en otros menesteres ordenando nuestras múltiples aristas tan solo en dos lugares que se pueden sintetizar actualmente en “lo reprimido-lo mostrado” o “lo íntimo-lo social”.
Entonces las creaciones artísticas actuales muy pocas veces se alejan de esta dicotomía (me deben un coca zero por haber usado esa palabra) o solo se construyen a partir de esta. Por lo cual el Franco organizado separa esta temática en dos formas dependiendo cómo se origina el doble y una aclaración que se encuentra en la frontera de “el doble”, por lo cual tomen sus asientos porque aquí es donde empieza la exposición:
DESARROLLO
“Los espejos y la cópula son abominables,
Jorge Luis Borges
porque multiplican el número de los hombres.”
Vamos a comenzar con la aclaración por ser la más distante en la temática, y porque si nos ponemos ortodoxos, ni siquiera tendría que ser mencionada, pero sospecho que el Franco drogón la traspapeló en las sesiones por lo cual nadie nunca podrá sostener que no respetamos la legalidad de nuestros acuerdos internos.
Esta temática en la frontera tienen que ver con
La identificación del protagonista con otro personaje
ya sea por semejanza, oposición o por deseo de ser igual. En las películas no es un tema central pero si aparece representado para fortalecer la historia. Como en Black Swan (2010) y el personaje de Mila Kunis para Natalie Portman (de esta peli hablaremos más adelante) o en Parasite (2019) con el marido rico para el marido pobre. Esta característica de identificación del protagonista con un personaje es la motivación de la epopeya más antigua que poseemos como civilización: Gilgamesh -rey demasiado groso para la antigüedad- donde los antiguos dioses (los antiguos dioses son para la antigüedad lo que el multiverso para nosotros) crean a Enkidu para que lo derrote. Pero los chabones se hacen amigos (algunos dicen que con derecho, otros que solo eran amigotes como los de las pelis de acción de los 80) y pasan múltiples aventuras hasta que Enkidu muere ¿qué pasa entonces con Gilgamesh? Se le hace agua el picolé por el temor a la muerte y ahí comienza la historia central. Como verán la temática del doble es difusa en esta clasificación por lo cual no la profundizaremos más. Lo que sí, si algún caritativo lector de estas palabras se le ocurre alguna película que tenga esta característica no dude mencionarlo en los comentarios. En las próximas sesiones de mi cabeza será ovacionado de pie.
Antes de entrar de lleno en el trabajo -por el cual nos pagan en dólares- no está de más mencionar que algunas pelis contienen, por el mismo hecho de su clasificación, SPOILERS, por lo cual queda a responsabilidad del lector el continuar viajando por este desvarío. Aclarada la cláusula que evitará cualquier riesgo a nuestra persona solo resta decir que la primera clasificación en la temática de películas de dobles es cuando
El doble físico se origina por una situación mágica o científica
donde podemos encontrar numerosas pelis muy buenas, inclusive algunas del género de ciencia ficción, que apoyan sus cimientos en esta premisa. La primera que aparece en nuestra cabeza es Moon (2009), película minimalista en historia y con un Sam Rockwell que sostiene todo el filme sin titubeos. ¿Dios inventa a los gemelos? pues nosotros le competimos con los clones. El guion, más allá de que en la superficie flota el suspenso, en profundidad nos hace contemplar la motivación del ser humano y este como herramienta capitalista, un hámster peludito que juega en su ruedita eterna.
El enfrentarse a uno mismo nunca es fácil, mucho menos si su manifestación física y cerebral es la misma.
Por la misma línea, pero mucho más contaminada con acción hollywoodense made in Tom Cruise, está Oblivion (2013), película que enamora con un contexto de la casi extinción humana pero que rápidamente se diluye en sus múltiples escenas de acción y una innecesaria subtrama de romance. La trama del doble aquí solo cumple un giro más en la historia por lo cual no hay mucho que decir.
Estas dos pelis nos dejan un mensaje: para que un hombre funcione y obedezca solo le tenés que poner una mujer al final del camino.
Otras dos películas que me encantan y cumplen con esta forma de origen son, en primer lugar, Coherence (2013), que usa la excusa de un cometa para las múltiples dimensiones donde hay infinitas posibilidades de cada uno de los personajes (el multiverso de la teoría cuántica) ¿qué pasaría si se encuentran uno igual a ustedes pero con mejor suerte? ¿qué hacen? malditos autoasesinos en potencia. La segunda es Us (2019), una alegoría a la meritocracia de la sociedad repleta de simbolismos y metáforas contada en una historia terrorífica y original. Por lo cual la disfrutamos hasta el punto de sentirnos casi degenerados. Aquí la pregunta es al revés. ¿qué hacen si ustedes son los que tienen el destino correcto y sus dobles la pasan miserablemente mal?.
Cualquier lector avispado pensará que estar frente a uno mismo es imposible en la vida real. Pero el conglomerado de Francos que me compone pensaba lo mismo hasta que vio cierto mundial sub 21, no recuerdo en que año, donde había un jugador con mi nombre y apellido. Es más, si ustedes me googlean ahora, van a ver un jugador de futbol groso, rubio menemista con un cuerpo de adonis latinoamericano. E-X-A-C-T-A-M-E-N-T-E igual a mí. Somos un reflejo del otro, por lo cual, remitiendo a cuentos de Cortázar o Borges sospecho que uno de los dos está soñando al otro. Algún día esta historia que me tiene como personaje tendrá un final que, quiero creer, confirmará mi hipótesis de que soy el soñador y no el soñado y, aún más importante, que ninguno de los dos está teniendo una pesadilla.
Antes de pasar a la siguiente clasificación de dobles no queremos dejar de mencionar Another Earth (2011), el doble aquí es el planeta mismo y su función es la de dar esperanza y consuelo a la protagonista que apuesta a que en la otra tierra su vida personal no se fue a la mierda como en el planeta en el que ella vive. Y como ultima mención, ya que podría clasificarse dentro del mismo origen del doble o también en el origen como un
Personaje que se desdobla mentalmente
se encuentra The Double (2013) donde Jesse Eisenberg (actor que estoy seguro fue concebido durante un film de Woody Allen) interpreta a Simon James y a James Simon. Este film, extraño y lento en su trama, nos muestra algo típico de esta clase de películas de suspenso sicológico, el enfrentamiento con nuestro opuesto, el cual es igual a nosotros pero se atreve a realizar cosas que nosotros no, por lo tanto en algún momento se torna peligroso para el mismo protagonista. Comparte con Black Swan (2010) la investigación sobre la dualidad humana y el sentido de la propia identidad de sus protagonistas al decidir crecer. Mientras Simon James dice en un momento “Soy Pinocho, un niño de madera, no uno de verdad, y eso me mata” Nina (Natalie Portman) pasa de su perfecto cisne blanco (puro, inocente, pasivo) a enfrentar al cisne negro que comienza a invadirla (sensual, decidido, peligroso). Hay millones de trabajos sobre esta película de Aronofsky, por lo cual vamos solo a mencionar dos cosas: Toma mucho de un peli animada Japonesa Perfect Blue (1997) de Satoshi Kon y la escena del espejo donde el reflejo de Nina la enfrenta es una de las escenas más perturbadoras que todos los Francos llegamos a ver. Estos films usan mucho los recursos tanto de los espejos como de los sueños para apuntalar la trama y la evolución de los personajes.
Antes de concluir este titánico discurrir mental nos es imposible no mencionar a Enemy (2013) pelicula basada en El Hombre Duplicado de Saramago. Aquí el protagonista no solo se enfrenta a sí mismo sino también a la mujeres-arañas. Madre, esposa y amante son testigos de la profunda separación del protagonista entre dos hombres que no se reconocen entre sí y al final uno debe morir. Otro tópico central en esta clasificación de historias. Para que nazca algo, debe morir algo.
El Franco literato (pedante y nerd como pocos), al escuchar la palabra “tópico” nos suplica que no dejemos de mencionar el desdoblamiento más conocido de la literatura universal: El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde de Stevenson. El lector que llegó a duras penas sobre este pedregoso camino de palabras debe relacionar estos films con la obra mencionada; aunque, para ser justos -el Franco antropólogo aficionado explica- en rituales de la edad de piedra el humano ya se desdoblaba al colocarse una máscara ritual en ocasiones especiales así que nadie inventó nada.
Y para que esta divagación no carezca en ningún momento de coherencia hay que mencionar el film Mary Reilly (1996) donde Julia Roberts ya no es una prostituta con suerte sino una sirvienta en la mansión del Dr Jekyll (John Malcovich) y se enfrenta al desdoblamiento y al deseo del Sr Hyde.
Para finalizar esta exposición vamos a romper las dos primeras reglas de El Club de la Pelea porque no hay mejor película que contenga esta temática que Fight Club (1999), único film que fue unánimemente elogiado por los casi infinitos Francos. Es más, acordamos que si algún día el humano logra tatuarse películas, esta será nuestra elección. Tanto se habló sobre este film que vamos a resumirlo en un meme:
David Fincher (director y semidios) hace un Dr Jekyll y Mr Hyde con esteroides digno de nuestra época y lo condimenta con el sentimiento general de la modernidad. Hay una crítica expresa al capitalismo sin sentido que te aleja de la muerte y por lo tanto del significado de la vida. (“Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos” dijo, y me conquistó) Además tiene a Marla, ahh Marla “Si tuviera un tumor, lo llamaría Marla. Marla. El raspón en el paladar que se curaría si dejaras de tocarlo con la lengua, pero no puedes” (Helena Bonham Carter si estás leyendo esto, te esperamos en Alderetes para escapar todos juntos).
Y así mis queridos y contados lectores llegamos al final de nuestro desvarío. Por supuesto toda exposición que se precie de serlo tiene que tener, antes de finalizar, una
CONCLUSIÓN
Por lo cual no puedo dejar de aconsejar algo que aprendí cuando era un niño (ya repleto de Francos que se cuestionaban señalándose y acusándonos de locos e ineptos los unos a los otros) jugando al Principe de Persia. Hay un momento, al final del juego, donde nos enfrentamos a espadazos con una sombra idéntica a nosotros. No hay forma humana que ganemos en la lucha. Lo intenté millones de veces. Me iba a dormir pensando en cómo ganar esa batalla. Hasta que entendí todo en una epifanía.
No podemos avanzar si luchamos contra nosotros mismos. Es inútil y desgastante por lo cual lo único que queda es la aceptación de todas nuestras partes, así, fragmentados o desdoblados (la representación que prefieran) y siendo tolerantes con el opuesto que sigue siendo un ladrillo más de la construcción que representamos. Nunca desconfíen de los espejos, de los sueños y sobre todo de la cópula que a pesar de que multiplican a los hombres, nos permiten enfrentarnos a nosotros mismos. Hay algo en lo que estas películas están erradas (intencionalmente para generar suspenso y conflicto), no es necesario que algo muera para que lo otro surja. Ni el lobo blanco ni el lobo negro morirán de hambre al no alimentarlos, como confirma la leyenda. El ser humano es la esencia misma de esa dualidad donde -lejos de descartar una parte, eliminarla o arrinconarla en un espacio oscuro- hay que tenerla en cuenta, visibilizarla y controlarla para, por fin, poder vivir en equilibrio.