Las estereotipaciones de la ceguera en cinco novelas de Benito Pérez Galdós

Desde siempre me han interesado los estereotipos como temática: de mujeres, de niños; en películas, libros, series de TV. En particular los personajes ciegos me parecen creados desde lo incompleto o demasiado falsos, irreales. Como si en las caracterizaciones abundara el desconocimiento, cayendo con frecuencia en modelos repetitivos.

Desde siempre me han interesado los estereotipos como temática: de mujeres, de niños; en películas, libros, series de TV. En particular los personajes ciegos me parecen creados desde lo incompleto o demasiado falsos, irreales. Como si en las caracterizaciones abundara el desconocimiento, cayendo con frecuencia en modelos repetitivos.

Al momento de elegir la temática de mi tesis consideré seriamente llevar adelante esta problemática. En el corpus de textos, que había evaluado previamente, donde intervienen personajes ciegos, encontraba las mismas constantes: los personajes ciegos como seres misteriosos, casi mágicos, diría: Tiresias, Jorge de Burgos en El nombre de la rosa, los ciegos de la logia en Informe sobre ciegos.

No solo mágico e irreal, el personaje ciego, puede ser sumamente cruel como Jorge de Burgos, Polifemo o el amo de Lázaro en el Lazarillo de Tormes. Puede, por otro lado,  estar relacionados con un castigo: Edipo, pastor Dafnis, Tiresias .

A veces se mostraba a los personajes ciegos en ámbitos más cotidianos y realistas (como en las novelas de Benito Pérez Galdós), pero aún así, los personajes eran demasiado ingenuos e infantiles (Pablo de Marianela y Almudena de Misericordia) o eran demasiado trágicos y pesimistas (Rafael de la serie Torquemada).

Las obras de Buero Vallejo y Maeterlinck, constituían excepciones a esta regla: como si los autores hubieran comprendido las problemáticas fundamentales de este sector de la población.

La ceguera estaba muy relacionada con el sufrimiento (personajes de Galdós, personajes de Buero Vallejo o el ya mencionado Edipo). Esto último, me llamó particularmente la atención, ya que (desde mi lectura presente) los modelos médicos y animistas de la discapacidad parecían haber quedado atrás pero la lectura del corpus galdosiano me confirmó que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, estos modelos sobre discapacidad, estaban aún fuertemente implantados.

Dichas consideraciones, me llevaron a investigar más sobre la novelística galdosiana: descubrí que en su extensa obra abundan personajes ciegos, además de que el propio autor perdió la visión en los últimos años de su vida.

Reduje mi corpus a sólo cinco obras: Marianela, Misericordia, Cánovas, y dos pertenecientes a una tetralogía llamada Torquemada. Me interesaba saber además cómo había influido la ceguera en la vida de Galdós. 

Si había algo que atravesaba a los personajes galdosianos era una doble función de ciego que ve y de vidente ciego. Esto, ciertamente, estaba más trabajado en los adivinos de las tragedias y epopeyas griegas, pero en Galdós, el ciego sigue siendo un humano mortal, sólo que ve lo que los otros no.

Otra cuestión que atravesaba a los personajes galdosianos, y en particular a los ciegos, es la definición de la belleza. Qué es bello y qué es feo, quién fija él o los criterios de definición; problemáticas con las que me siento plenamente identificada y están de manera brillante trabajadas sobre todo en Marianela y en Misericordia.

El topos de la belleza fue lo que me llevó a leer a Galdós y luego a seguir indagando sobre él. Me intrigaba muchísimo cómo interpelaba la belleza física a una persona ciega, cómo se construía un mapa mental de lo “bello”, cómo operaba la imaginación en esa construcción y sobre todo, cómo la presión social, mediática, siempre insistía en cierta belleza física.

 Me interesaba saber si el personaje ciego podía servir dentro de la novela como motor de legitimación o de contestación a ciertos órdenes sociales (principalmente el orden capitalista español de finales del siglo XIX y principios del siglo XX). De esto, se derivan varias cuestiones: el ciego como motor de legitimación o contestación del catolicismo, de la burguesía emergente, de la aristocracia decadente, el ciego como parodia o respuesta ante un discurso dominante, entre otras.

Leí primero varios libros y artículos que abordaban la ceguera en general y cómo era plasmada en el arte.

A continuación, trabajé con Benito Pérez Galdós: su vida, sus obras y especialmente, las que elegí como corpus.

Luego, comencé con el estudio de la Literatura Española de finales del siglo XIX y principios del XX (período que me ocupaba) para consiguientemente enmarcarla en el contexto mundial correspondiente.

Conceptos como tipificación, estructura de sentimiento, polifonía (entre otros) me ayudaron a poder entender las obras dentro de un contexto particular. 

Llegué a la conclusión de que Benito Pérez Galdós, efectivamente utiliza personajes ciegos como motores de contestación o legitimación de ciertas costumbres o instituciones: Pablo (personaje de  Marianela representa al positivismo, no sólo por que es curado por la ciencia, sino porque deja atrás la imaginación, la fantasía, la ingenuidad que acompañaban a Marianela .Esto está expresado en el capítulo XX (El nuevo mundo), donde Pablo compara su nueva situación (hombre que ve) con Cristóbal Colón, para quien América resulta novedosa y no se ha descubierto nada. Esta metáfora, invalida a Marianela y a su sistema de creencias y pensamientos, pues sólo se tiene en cuenta lo racional, lo visible, ejerciendo un imperialismo sistemático sobre quienes no se acomodan a ese sistema de índole científico-experimental.

Almudena (personaje de Misericordia) desafía al panóptico focaultiano, en cuanto nadie sabe exactamente su origen, su habla es un híbrido de idiomas y finalmente, sus relatos fantásticos parecen dirigir el excurso de la novela. La voz de los que no tienen voz termina contando la historia y desplazando al clásico narrador omnisciente y por extensión, a la clase burguesa dominante .Almudena es un antihéroe, ni trágico ni romántico, sólo un hombre común que se quedó ciego.

Tito Liviano (personaje de Cánovas) es un periodista que reconstruye el día a día del Madrid de finales del siglo XIX. Su madre es Clío (Musa de la Historia), sus ayudantes se llaman Efémeras. Gracias a Clío y a las Efémeras, Tito está informado sobre los pormenores de la Historia, incluso sobre sucesos que aún no han ocurrido. Esto otorga un carácter fantástico a la novela. Al igual que en Misericordia, el gesto disruptivo, desafía al narrador omnisciente y a la típica narración objetiva realista del siglo XIX.

La ceguera de Tito coincide con uno de los momentos más turbios de la Restauración llevada a cabo por Cánovas del Castillo . Es un elemento metafórico que me sugiere la adherencia de Galdós por los revolucionarios y que este personaje ciego podría legitimar esa fracción a la vez que apoyar a los movimientos más liberales y progresistas de España.

Rafael del Águila (personaje de la serie Torquemada) legitima la aristocracia decadente española. El honor, el abolengo, de las grandes familias. La importancia de la cuna , de la sangre, del apellido. Para Rafael resulta inconcebible la nueva y pujante actividad comercial propia del capitalismo: los aristócratas no negocian, ya que esto es vil. La burguesía ascendente (propia del capitalismo) es villana, soez.

Para Rafael sólo las hazañas que valerosos soldados realizaron antaño por España, son dignas de alabanza.

El conflicto principal de Rafael, es no sólo ser ciego de cuerpo, sino de mente: pues no puede aceptar que su hermana (también aristócrata) se una en matrimonio con un burgués. El drama, evoluciona en él hasta alcanzar dimensiones trágicas y existenciales y la metáfora de la ceguera culmina con su muerte, es decir el triunfo de la burguesía y el fin de la aristocracia.

En este pequeño ensayo, sólo he delineado algunas características o conclusiones a las que llegué en el análisis de los personajes seleccionados, pero sin dudas, estos personajes aún tienen mucho para decir. El mundo galdosiano sigue estando explorado  a medias en relación a personajes ciegos y sus estereotipaciones .Y más allá del mundo galdosiano, hay mucho más aún.

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