Un libro de cuentos, por lo general, se titula a partir de uno de los relatos que contiene. Digo “por lo general” porque hay casos en que el título pretende, por ejemplo, llevar la cuenta de la producción del autor o autora, como lo hace Fellini en el cine con 8 1/2 y en literatura Adolfo Pérez Zelaschi, donde el título Con Guiye, sesenta, indica simplemente que con el cuento “Guiye”, incluido en dicho libro, el autor llevaba escritos 60 cuentos. Esto en realidad no viene a cuento, aunque de cuentos hablemos, porque el libro de Daniel se titula según el procedimiento general que mencionamos al principio. Ahora bien, podemos preguntarnos, con razón, cómo se elige el cuento que dará el título al libro y quién/es lo hace/n (autorx, editorx, parientes o amigxs de unx u otrx, todxs ellxs).