Cuando estás fuera del país, de tu tierra, todo cambia… ves el mundo desde una perspectiva distinta. Aprendés a valorar las pequeñas cosas, como el matecito que te acompaña en las horas de trabajo, la tonada tucumana, los afectos. Pero también se te hincha el corazón de gratitud. Gratitud por las personas que conociste, gratitud porque más allá de las diferencias culturales nunca nos sentimos fuera de casa.
También aprendes a escuchar, cada lugar tiene su ritmo particular, algo que lo hace propio, único. Es muy difícil ponerlo en palabras, pero cuando estás en escena, actuando, te das cuenta… lo sentís. Todo tiene un tiempo… la respiración de la gente en momentos de tensión de la obra, la risa (quienes se ríen en un momento específico, quienes se ríen en otro), el enojo, la tristeza… en fin, las múltiples emociones que aparecen durante una función. Te enseña a poder recibir todo lo que el público está dándote, y esto es romper con la creencia de un público pasivo que solo observa.
Si bien lo decimos desde el lugar de artistas escénicos actuando en una función, también lo decimos desde el lugar de público cuando vamos a ver una obra estando en gira. Es hermoso, más cuando vas en compañía de alguien del lugar, porque, quizás, en algún momento de la función que estás viendo no entendés algún pasaje o referencia al lugar en el cual estás e inmediatamente esa duda es respondida.
Hoy, con lo de la pandemia, se extraña todo eso, en la virtualidad se pierde el contacto real con las personas, pero como dijimos anteriormente, quedarnos en lo negativo sería caer en la depresión sin ninguna perspectiva de transformación a futuro. Por eso creemos en seguir creando y pensamos que el mundo virtual si tiene su lado positivo y que vamos descubriendo de a poco.
Ya en Argentina, decidimos continuar con nuestro proyecto audiovisual, por ese motivo nos encontramos desarrollando nuevas ideas que hoy nos acompañan. Es emocionante pensarnos como una productora que actúe en el mundo real con las obras teatrales que nos acompañan siempre, y nuevas obras, y en el mundo virtual con los cortos animados o de títeres, con la música y con toda producción para dicho entorno.
Por esto y mucho más decidimos llamarnos Nómades Artistas Itinerantes, el arte es eso: libertad. Puede estar aquí, allá, en todas partes. Nos consideramos artistas que viajan entre las distintas disciplinas artísticas, como el cine, la música, el dibujo, la poesía, la fotografía, la dramaturgia. Pero principalmente Nómades Artistas Itinerantes es teatro que recorre libremente los escenarios del mundo.
Lo que ahora estamos analizando es cómo organizarnos con los tiempos, dado que venimos trabajando en varios proyectos nuevos, algunos de salida más rápida y otros que se estrenarán el año que viene. Queremos ser positivos y hacernos a la idea de que en el 2021 podremos salir a la calle y hacer funciones en todos los lugares posibles.
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