Cinco autores en busca del anticristo

Anticristo Turbo, libro digital de descarga gratuita, publicado por la editorial jujeña Ben Project ha visto la luz a finales del casi apocalíptico 2020, año realmente propicio para encarar la tarea de retratar este advenimiento, el de Turbo.

Estos cinco escritores se han embarcado  en la búsqueda de una historia, la de Johnny Morales o también llamado Turbo. 

“¿Por qué Johnny y por qué Morales? Sería fácil decir porque sí,
¿por qué no? Pero la verdad es mucho menos misteriosa. Quisimos
un nombre de héroe genérico, como lo eran esos hombres
clonados de las películas de Carpenter, todos el mismo tipo duro,
entrañable, que tanto amamos. Y Morales por su origen. Por la
sangre intensamente jujeña que corre en sus venas. Se llama así de
tanto comer api, de mascar coca. Se llama Morales porque Morales
es el alma de toda idea consciente sobre un mundo ajujeñizado”.

Esta publicación es algo atípica, ya que no es una antología de cuentos de escritores sin conexión entre ellos, no señor, este ha sido un trabajo en equipo, un grupo que le ha dado vida a Johnny Morales, el anticristo. Cada cuento va creando, va dando forma a la vida de Johnny, cada autor ha amalgamado palabras propias con las de sus compañeros, co-autores del advenimiento de Turbo.

¿Cómo fue que esto sucedió? Así lo describe Matías Baldoni Amar en el ¿Prólogo?

“Fue la loca ilusión de una mañana de verano.
¿Esperaban que dijera noche? ¿Nocturna falacia multifascética?
¿Tormenta ultraturbo originada de los gases tóxicos del sopor
alucinógeno? ¿El caos cometido, expulsado, planeado, erradicado,
beatíficamente planeado? No”.

Año 2020 ¿casualidad?

Este año 2020 ha sido importante para la literatura de género, desde la decisión del Fondo Nacional de las Artes (FNA) de convocar a concurso los géneros de terror, fantástico y ciencia ficción para novela, cuento, ensayo, novela gráfica y poesía, hasta la proliferación de nuevas publicaciones del género en el noroeste argentino. En cuanto a la decisión del FNA muchos lo han tomado mal, otros festejamos la decisión de Mariana Enriquez. Personalmente lo festejo.  No sólo porque es un género que me apasiona, sino porque lo tomo como una nueva forma de apoyar a escritores que están por fuera de la ficción más clásica. Uno de los ejemplos más notable puede ser la novela gráfica, que en la edición 2020 de 2288 postulantes de todo el país 80 fueron por esta categoría, y que en la edición 2021, que cierra el 18 de febrero, se ha vuelto a incluir. Sin dudas una gran alegría. En cuanto a la región podemos encontrar que, a pesar de la pandemia, se ha seguido publicando y creando dentro del género: una de las últimas novedades es la de Mario Flores, escritor salteño, que está por publicar de manera digital un cuento corto de ciencia ficción, que he tenido el agrado de leer, y que recomiendo se hagan de una copia en cuando esté disponible.

Ahora, volviendo a Turbo, estos son los autores que se han internado en este acto creador: Matias Baldoni, Marco M. Caorlín, Rafael Caro, César A. Martinez y Rodrigo Moltoni. 

Doce cuentos que se van concatenando hasta llegar al clímax.

“La vida real, en palabras de un dios de la literatura, es la cosa más sorprendente que existe…”

El oficio de editor me tira y no puedo dejar de recalcar lo acertado del diseño de la publicación.

La tapa: Cyberpunk, en el interior cada uno de los cuentos va acompañado por una ilustración en blanco y negro y en lugar del índice nos encontramos con un SOUNDTRACK.

Siguiendo la analogía caemos en que cada cuento es un tema, entonces, no estamos frente a un libro sino ante un disco. No sólo tenemos la palabra, sino también música, y es así, porque si algo tiene el Cyberpunk es una banda de sonido, y estos autores saben tocar sus instrumentos, cada uno a su modo.

“Turbo vio como el auto plateado se le venía encima, apretó el
embrague al mismo tiempo que movió la palanca de cambios para
subir a cuarta y apretó el acelerador tan a fondo como pudo. La
adelantada fue impecable, o casi, ya que el frente del otro auto
rozó la cola del Falcon.
¡Chupame el pingo, Turbo hijo de yuta! – escuchó gritar al
Diablero.
Turbo rió con fuerza…”

Leer la palabra “pingo” … música para mis oídos.

Las ilustraciones están a cargo de: Serrano Angel Benjamin, Priscila Alcon, Valentín Tejerina, Esteban Juarez, Pamela Mariana Medina. Ilustrador tapa: Brian Alexis Cegobia.

Cada cuento o “track” nos va descubriendo el paisaje donde Turbo vive su realidad. Imposible no intentar ubicar nombres o imaginar calles conocidas aplastadas por el apocalipsis.

“Los cerros calcinados al este marcaban el límite de lo que
alguna vez había sido la zona residencial de Megasalta. Ahora, las
mansiones en ruinas se habían convertido en el refugio de toda
clase de alimañas…”

Cada uno de estos autores hizo su búsqueda e intento dar forma y vida a Johnny, y si algo hay que resaltar de este libro es eso, la búsqueda. Trabajar a la distancia no es fácil, y poder llevar adelante un proyecto de novela en donde distintas voces puedan sonar armónicas es un gran desafío. Creo que debemos seguir jugando con estas búsquedas y tomar riesgos, como lo han hecho estos muchachos.

¡Salud!


Vengan niños, sí, sí, vos también, changuito. Vengan aquí alrededor

de este tacho a poner sus manitos cerca del fuego para pasar el

frío. Les voy a contar el relato de cómo el Señor del Inframundo

llegó a nuestras tierras a curarlas del mal, haciendo aún más mal.

Y como un joven cazarrecompensas lo vió todo: el ascenso de ese

pseudo-dios, ese demoníaco ser al que ahora todos tememos y

que llamamos simplemente “Turbo”.


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