Gastón Malgieri. Ocho poemas.

Nan Goldin (La Balada de la Dependencia Sexual)
Practicamos un sexo torpe, eufórico
lo que teníamos en mente
incluso ese precipicio de la certeza
se desvaneció en saliva.

Eso es el miedo, dijimos 
y todo se volvió líquido del signo,
fragmentación 
humo

De la madrugada en que quedamos exhaustos 
sólo queda esa viscosidad
manchando la palabra

dos bocas 
que sin pronunciar
se alivian

El alivio  |  en "Animales poco útiles". Editorial Cartografías (2019)





No quiero ser más mi madre
soñando que un pescador
le besa las branquias

Huyo en tacos
de la escollera del linaje
donde fue a parar
la torpe boca que fui
minutos antes
del diluvio del primer sustantivo

Adiós mamá

Tomo de vos, solo lo imprescindible:
la contusión
tu modo de ver
o no ver el mundo
la delicadeza en las manos

No lo previo
sólo la furia en el nado
y en el apellido

Te lo prometo:
no volveré a hacer nada que huela a lenguaje
no te honraré como corresponde
ni expondré mis escamas en tus exequias

Vuelvo al mar

Desde ese fondo
sólo desde ese fondo
podré por fin
vengar tu deseo.

Sin título,  inédito






Sólo esto puedo darte, decís
y trago la píldora
que ofrendan tus ojos
como un placebo radiante
que en su recorrido
arrasa mis órganos
volviéndome un basural
de signos ilegibles

Yo sé
fatalmente sé
que a lo que le das tu atención
no es a la impericia de mis manos
derrotadas por tu deseo

sino
a un detalle en el recorte de tu barba
en el espejo
donde soy un monstruo multiforme
que no hace pie en la saliva

Me repondré
no te preocupes

Otras veces huí
de trucos similares

No intacto, eso es cierto

Nunca se vuelve a salir entero del bosque
una vez que el cuero se acostumbra a recibir
después del diluvio
el infrarrojo del cazador

la misma
infinita
sensación de desamparo habrá de repetirse
en medio de la noche

cada noche

Me aterra pensar eso

Me aterra no saber
cómo se rompe el loop
de la trampa del apetito
llevando en los bolsillos
la credencial que atestigua
que soy
que vuelvo a ser
cada vez

cada noche

el cachorro que todavía llora
el abandono primario

Vos
ajeno a lo que grito
hundís los dedos en el verbo
y entonces sí

me dejo ir, por fin
anfibio
creyendo que al menos hoy
tu lengua prodigiosa
bastara para disimular todo el ruido del mundo.

« La incredulidad de Santo Tomás» Inédito.






¿De verdad te parece un pecado tan inaudito
pretender que me acaricies,
como si fuera la única razón válida para estar en el mundo?

¿Qué más tenés?
¿Cuál es ese tesoro tan costoso que yo no sé apreciar?
¿Por qué no confías en lo que dicen tus dedos al tocarme?

Porque lo que dicen, te espanta.

Dicen algo acerca del sudor.

Dicen algo
sobre la tensión de tus muslos
al deletrear mi saliva.

Algo que se te vuelve indescifrable,
cuando lo ponés a caminar
como a un ratón
en el laberinto de escudarte en el axioma.

No es por ahí, hermano.

Yo no entiendo nada de la supuesta lógica del mundo,
si eso te hace más feliz.

Nada.
En absoluto.

Sólo cuento con el coraje de quien supo,
a temprana edad
que todo es una enorme mentira.

Alguien le dice al oído:
lo que tocás, es cartón
y los juguetes se le vuelven opacos de golpe

Sigo siendo ese pibe,
de manos agitadas,
que corrió el follaje para ver qué había
del otro lado de lo humano.

Ese nenito tembloroso,
que juró ante el Dios que le habían impuesto,
hacer del espanto,
artilugios de colores
para iluminar el bosque de los otros.

Soy
aunque no quieras
un error de redacción
en la historia que querés contarme
acerca de la vida.

Yo no vine a este pantano a enseñarte nada.

Traje apenas
un cuerpo dañado
algo de fuego
el plano de una trinchera
no sé cuántas preguntas

Eso es todo lo que tengo.

Eso,
y esta boca.
que no para de abrirse
como una flor vistosa
que ya nadie mira con fascinación.

Sin título, inédito






Acaté al pie de la letra
tu mandato, Lezama.

Creí en la fuerza vital
de la poesía
y huí de mi madre
como de un incendio

Pero al llegar al otro lado de las cosas
entendí
fatalmente entendí
que no es de su cóncavo amparo
de donde hay que irse

La fuga
si acontece
deberá ser siempre
desde la ciénaga del padre

o lo que es lo mismo
la del maestro
la de la autoridad

la ciénaga de dios

Porque si hay huida
hay
la ley que se quebranta
y de lo que el deseoso está escapando
no es del vientre sino
de la fusta progenitora
que intenta domesticar su jadeo

Porque si hay huida también
habrá poema
y si hay poema
indefectiblemente
habrá deseo

Malverbo, Inédito






Ojalá tuviera ese coraje
que se necesita
para no sucumbir en el pantano del mundo

un tótem al que confiar
el oxígeno de las cosas que toco

cierto brillo

el don de persistir de la nicotina

Ojalá me hubiera sido dada
la gracia de bailar con mis monstruos
acariciando sus máscaras
dejándonos llevar por la cadencia
de una música de insectos

Yo
la que nunca pidió nada a nadie

yo
la de la voz inaudible
la hija huérfana de todas las falencias
entro en el inmenso tórax del bosque
a enterrar mi único gesto valioso:
dar
a otros
mi ausencia

Sin título, Inédito






Me parece justo:
debería retirarme de la poesía
del intento torpe
por mantener bajo siete llaves
esta ornamental desmesura 
que va del estómago a la palabra
sin pasar por la boca

Corresponde que me aparte
de estudios lingüísticos
y cátedras donde se versa 
sobre los cuerpos semánticos 
piedras colisionando en el charco del deseo 
ajenas 
al dominio de las cosas

Alejarme sin hacer ruido
debería
saliva manchando los diplomas
como quien sabe que a ese banquete 
no será invitada jamás
porque hay un pulso
que no gravita en su garganta

Es cierto,
figura torpe la mía
para la que todo apetito 
es obstáculo  

sería preciso
emigrar al pantano de estar sola
manchar la lengua 
el cuero
los prejuicios
para luego volver

no ya sobre el verso
sino sobre la carne 
para la que no hay 
lenguaje suficiente

«Woman at a counter smoking» |  en Monocromø, inédito Basado en la fotografía homónima de Diane Arbus (1962)

Gastón Malgieri (Mar del Plata, 1977). Escritorx, fotógrafx y diseñadorx gráficx. Reside en la ciudad de Río Cuarto. Ha publicado Furia Garaje (Editorial Martín, 2000); Estrim y Out (Ediciones Independientes, 2008); Porfía (Dársena 3, 2009); Mediopelo Sidecar (Difusión Alterna, 2010); Transversos (Atarraya Cartonera – Puerto Rico, 2010) y Animales poco útiles (Editorial Cartografías, 2019). En 2020 realizó la curaduría y producción general de la edición 14ta. del Encuentro Nacional de Poetas, Editores y Lectores, Aguante Poesía, de la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, Argentina. Como diseñadorx gráficx trabaja actualmente para la editorial argentina Llantén. Obtuvo, entre otras distinciones, el Primer Premio en la Bienal Nacional de Arte Joven (Mar del Plata, 2006). Ha participado con su poesía de dos antologías: Antología O, editada en Puerto Rico en 2006, y «FLOTAR, 100 poemas sobre ríos | 100 poetas argentinxs», editada en 2021 por Proyecto Camalote, Argentina.

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