poco importa lo que siento ahora mientras revuelve su café en la estación de servicio no sé todavía que voy a recordar esa tarde obsesivamente hasta el hartazgo va viene va y viene la idea volantear tomar el acceso todavía no sé que no solo fue falta de valor … poco importa lo que siento ahora cuando la claridad cambio el color de sus ojos no sé todavía ¿o debería usar la palabra aún? no sé aún que voy a buscar ese color en los miles de ojos que me miran en la ciudad entra sale se fragmenta ese rayo que elegí no seguir … poco importa lo que siento ahora cuando se levanta las solapas del sobretodo negro y me muestra su seguridad o quizás solo siente frío reviso si no perdí el DNI cuando pagué el café por qué aún no se no se todavía que voy repetir ese gesto suyo cuando me sienta sola … poco importa lo que siento ahora cuando no termina su café porque lo apresurado le cierra el estómago todavía no sé qué palabra usar los autos pasan de largo nadie sabe que esa tarde se fractura contra el parabrisas se pegotean los insectos antes de llegar donde podríamos haber vivido … poco importa lo que siento ahora cuando se levanta de la silla se acerca y con su mano despega el pelo de mi nuca qué palabra debería usar no se todavía aún no logro reflejar el calor de la punta de sus dedos … lo que sí importa es la parte o porción ¿debería usar la palabra residuo? no sé aún quizás todavía no existe un lugar donde ubicar esa parte astillada importará en todo caso ese residuo si pudiera aislar en paralelo el tiempo … poco importa que esa tarde en la estación de servicio miré su cuerpo en detalle como creo que ella mira el mío ¿debería usar la palabra ojos en lugar de cuerpo? no sé todavía quizás aún nadie me había mirado así … poco importa lo que siento ahora cuando las palabras se quedan en los dientes ¿debería usar la palabra resisten en lugar de quedan? quizás no sé todavía que importa en cada caso o qué será lo que no quiero recordar … lo que sí importa es que ocho poemas no alcanzan … poco importa lo que siento ahora en la estación de servicio cuando revuelve su café y la claridad cambia el color de sus ojos cuando se levanta las solapas del sobretodo y no termina el café poco importa que se acerque y me mire no se todavía quizás aún no sé que voy a regresar al costado de la ruta donde podríamos haber vivido
Paz Rotoni nació en 1977 en Tandil. En 1997 se trasladó a Buenos Aires y comenzó su formación actoral con María Inés Sancerni, Claudio Quinteros, Fabiana Mozota, María Onetto y Rita Cortese. Estudió dramaturgia con Mauricio Kartun y actualmente forma parte del taller de Producción poética Malverso coordinado por Anna Pinotti. Sus poemas forman parte de las antologías Alguien muerde el extremo de su nombre editado por Elemento Disruptivo y Campo de Ediciones Camalote.
Una idea sobre “Poemas de Paz Rotoni”
Que poesía bella sutil y a la vez cruda me gustó mucho y que hermosa esta revista y la movida cultural que expresan permitiendo que circulen voces diversas noble causa si las hay