¿Puedo acaso mantener calentitos los argumentos del proyecto mientras por dentro se encrudece la carne y mis propias memorias?
Bueno, primero lo primero.
Memorias LGBTQ+ es un proyecto digital que vengo gestando hace dos años. Arranqué con una página de instagram- con el mismo nombre- donde me propuse recopilar relatos de la comunidad LGBTQ+ para finalmente generar una antología de historias para un libro digital de acceso libre, dicho sea de paso, esa convocatoria seguirá abierta hasta fin de año.
Sentía la necesidad de generar un canal-no sólo de comunicación- sino alguna suerte de buzón donde las personas-que se animaran-dejaran aquellas historias que sentían que los hicieron, en parte, ser lo que son hoy. Un producto cultural, de esos que la mayoría de millenials no tuvimos; no un espejo, pero si al menos una ventana donde ver sentires similares a los nuestros.
Historias de amor, desamor, alegría, tristeza, encuentros y desencuentros; historias sobre nuestras identidades. Historias narradas en 1º persona por y para la comunidad LGBTQ+.
Durante este último año se hizo imperiosa la necesidad de generar un espacio, una instancia de creación y diálogo en una provincia tan conservadora como Catamarca. Desde ahí surge Memorias LGBTQ+ formato podcast, 7 entrevistas a catamarqueñes que nacieron en Catamarca- que se pueden encontrar en IGTV y Spotify. Este proyecto no sería posible sin el apoyo del Fondo Nacional de las Artes y la Biblioteca Provincial Julio Herrera.
Mis propias memorias
En mi temprana adultez me vi sorprendida por la carencia de recuerdos en torno a mi deseo por las mujeres. Las mujeres siempre habían estado ahí, y yo estaba segura de que “todo” no se había originado aquella noche donde conocí a V., la misma noche en la que no le pude decir ni una palabra. Después de aquel suceso mantuve un año de mutismo al respecto, no sabía con quién podía hablar de esto, así que preferí callarme.
Cuatro años después, y luego de un arduo trabajo de excavación, pude recordar algunos primeros deseos y amores. Sonrisas y compañía, una intimidad que no se parecía a nada. Las mujeres siempre habían estado ahí, y yo que soy más bien verborrágica nunca había podido ponerle nombre a lo que sentía. Incluso hoy, es difícil poner en palabras lo que me privé tanto tiempo.
Tuve un gran amor —de esos que, cuando se terminan, no sabes a dónde fueron a parar los pedazos— que me enseñó muchísimas cosas. Aprendí —sigo más bien aprendiendo— a vivir bajo mis propias reglas, para eso necesité aprender cuáles eran.
Ser trola o tortona pareciera ser sinónimo de maldición en un contexto religioso conservador —o así lo sentí yo durante mucho tiempo— como una mancha en mi historial, una “condición”.
Mucho tiempo viví con vergüenza de ser quién soy y este proyecto surgió como una reivindicación de todas las memorias que me fueron negadas, todas aquellas vivencias que yo misma me negué a sentir y abrazar.
Artífices de nuestras vidas
No puedo explicar la dimensión del mar de posibilidades que se abrieron cuando me libre a mi propio deseo y amor. La locura de felicidad, de tan sólo pensarme artífice de una vida y un futuro diferente al que el mundo tenía planeado.
Tuve un punto de inflexión en una de las últimas entrevistas, básicamente se me dio vuelta el tablero. ¿Es necesario poner en la mesa nuestras intimidades para generar algún tipo de pedagogía o humanidad en los demás?
Y a lo mejor hoy, en un mundo donde nos siguen apedreando y escupiendo en la calle quizás si, aún los relatos disidentes siguen siendo necesarios. En todo caso, si así no fuera, este proyecto a fin de cuentas está dedicado a todas las personas que podrían llegar a sentir tamaña soledad que sentimos todes nosotres. Compartirnos no es en vano, prestar un pedazo de vida a cambio de acompañar incluso a extrañes.
¿Las cosas son fáciles? No, pero si, me consta, que a medida que generamos más espacios y lazos las cosas empiezan a ser menos cuesta arriba.
¿Dónde pueden ver más sobre el proyecto?
Nos podes encontrar en Instagram como @memoriaslgbtq
En Spotify como Memorias LGBTQ
Y en Gmail como memoriaslgbtq@gmail.com
Y vos… ¿Tenés alguna historia para contar?