El hueso de la noche
desarmar la mirada conocida
afinar la última mueca
descoser los ecos que todavía sobreviven
limpiar del cuerpo el pellejo vacío del poema
y atrapar la noche
el hueso luminiscente de la noche
desprenderse de la forma gastada
de los golpes sobre la superficie blanda
para habitar
lo desconocido
Por los márgenes
lo que se rompe y nace en el encuentro de los elementos
la frágil transparencia que tracciona nuestros cuerpos
el eco violento de la muerte
o del amor
la mudez de las casas abandonadas
el descarnado pulso del reloj
son los sitios habitados por la poesía
ese artefacto extraño de mecanismos peligrosos
con el que algunos emprenden la voluntariosa tarea
de nombrar aquellos márgenes del mundo
Zona de derribo
el cuerpo un continente repleto de imperfecciones
ese embalse siempre un poco más obsoleto
una zona de derribo
en que nos obligamos como niños
crédulos
a permanecer
y caen los recuerdos a pedazos
en medio de todo lo que no alcanzo
en el punto impreciso de esa frontera entre los mundos
que a veces se eriza y otras se dilata
caen en ese caer pierden sustancia
y no vale ningún esfuerzo
ningún movimiento capaz de romper la lógica del tiempo
su engranaje meticuloso
apenas caen
y se escapan
de la memoria

ESTEFANÍA CEBALLOS: Poeta y abogada, nacida en Corrientes, Argentina (1982). En 2014 publicó su primer libro individual, “Desde La guarida”. En 2019, “Punzantes Ninfas”, libro compartido con Laura Yasán. Ha participado en varias antologías y revistas nacionales e internacionales de poesía.
