Dicen que cada vez que un artista sufre, dios se frota las manos impaciente por echarle sus tres ojos a la creación que el artista germinará de ese sufrimiento. En este caso nuestro trabajo será ser Dios y apreciar como, de las migajas de una separación, dos artistas preparan, cada uno y a su manera, el pan rallado con el cual rebozarán las milanesas de sus respectivas películas (adivinen que estoy comiendo mientras hago esta introducción).
10 años después mejor decir que callar
Andrés Calamaro
Bienvenidos al módulo “Intento de interpretación fílmica sobre la intención del director 1-A”, mi nombre es Franco Caraccio, licenciado en todología cinematográfica por la universidad imaginaria del Oeste II. Mientras les solicito por favor que reposen su concentración en estas palabras, les puedo anticipar que en la siguiente exposición vamos a ver, ayudado con el ejemplo de dos películas, como hablan dos artistas entre sí a través de sus trabajos como directores, o en todo caso, la interpretación de un misma situación vista desde dos miradas diferentes.
El propósito de esta clase o el objetivo que nos propusimos con toda la plantilla de especialistas de El Ganso Negro es que al finalizar la misma puedan:
- Charlar de tú a tú con cualquier marihuanero dialéctico en fiestas de dudosa procedencia en Filosofía y Letras.
- Discutir acaloradamente con todos los remiseros de la provincia con fundamentos imaginarios.
- Elevar los niveles de intelectualidad automáticamente a voluntad. Si se tiene una pipa al momento de hablar de esta exposición el skill sube +25.
- Si el uso de este conocimiento se realiza de manera prolongada se garantiza anular cualquier intención de levante tanto el dirigido a nuestra persona como el que podamos llegar a emitir nosotros hacia cualquier objetivo.
Para empezar y para que se entienda más o menos como viene la mano primero debemos hablar de una película de 1991 con Kevin Bacon (Kevin Panceta, no existe mejor apellido) llamada He Said, She Said (1991), típica comedia romántica de los 90 con la particularidad de tener la originalidad de contar la historia desde las dos perspectivas involucradas. La de él y la de ella. Este curso es como una versión con actores un poquito menos bellos de esa misma película. Y ustedes dirán cómo encaja la mención de ese film sobre el comienzo de esta clase. Pues, si van a tomar nota les recomendaría que comiencen ahora porque vamos a hablar del punto de vista de dos directores sobre el final de una misma relación que mantuvieron por 10 años. Las susodichas persona a las cuales vamos a analizar como cobayos son:
Como soy malísimo para los detalles solo voy a decir que los dos estuvieron como 10 años de novios, se casaron y a los años de aquel matrimonio se separaron por “diferencias irreconciliables”.
Ella, escritora, fotógrafa y actriz devenida en una de las directoras más conocidas del mundo mundial y famosa integrante de una familia con nombre propio en Hollywood con su padre Francis Ford, su tía y su primo Nicolas Cage.
Él, director de videos musicales en sus principios y guionista después, devenido en uno de los directores más respetados del universo universal y, por último pero no menos importante para mi, amigazo de Charlie Kauffman.
¿Conocen la frase “la mujer hace el duelo del fin de una relación dentro de la pareja y el hombre la hace después del final”? Bueno, en este caso aplica. ¿Porqué? se preguntarán los que están prestando atención. Pues Sofía hace su descargo en Lost in Translation (2003) la cual estrena meses después de separarse de Spike; él hará lo propio 10 años después con el film Her (2013).
LA PELI DE LA SOFIA
Ahora, para empezar a hablar primero de la película de la Sofia tengo que aclarar que su trabajo no es de mi agrado. No porque lo considere malo sino porque es un cine descriptivo en casi todo su metraje y la descripción es algo que odio en todos los ámbitos. Y así como hago con el zapallito relleno, si puedo evitarlo, lo hago siempre. Si hay que reconocerle a doña Sofía que hizo mucho por la mirada femenina en el cine. Sobre todo por la complejidad y la profundidad de sus personajes principales.
Para que no me acusen de invocar al clickbait con el título de este trabajo, da la casualidad que Lost in translation empieza con una escena enfocando el culo de Scarlett Johansson, su protagonista, en ropa interior; y uno al verlo lo primero que piensa es que esta película merece un premio oscar solo por esa escena pero la misma se prolonga más de lo necesario para cualquier film: treinta segundos para ser casi exactos (me tomé el trabajo de contar los segundos. Es un trabajo sucio pero ,para estas cosas, me pagan en bitcoins) es la duración de la escena. A los 10 segundos la misma pasa de ser sensual a ser incómoda. Es un culo por dios! cambien la imagen ya. Y, por lo menos para mi, me parece un preludio perfecto si lo comparamos con una relación que es hermosa pero que el tiempo se encarga de prolongar en la misma posición hasta resultar incómoda. Como cuando uno dice una palabra tantas veces seguidas que pierde su significado en la repetición constante.
De esta manera conocemos a la protagonista de la peli, la cual no sabe qué hacer con su vida profesional ni con su vida personal y se encuentra sola con su marido que vive laburando y con el cual solo cena una vez y en compañía de otras personas. Para ser exactos cena con una actriz que recuerda mucho a Cameron Diaz y que le tiene altas ganas a su marido (Me cuentan por la cucaracha que parece que Spike la hizo mirar el avión a Sofía con la actriz mencionada anteriormente). Básicamente es un personaje en una tierra distante donde no hablan su idioma y que se encuentra sola y perdida; en su relación y en la vida. El único contacto que logra hacer es con Bill Murray, actor en decadencia y en plena crisis de los 40, que va a japón a hacer comerciales de whisky por dinero, y con el cual logra hacer una conexión verdadera y, qué es el amor sino la identificación del dolor ajeno como propio (según un amigo, luego de un alud de cerveza). Así que se cagan enamorando aunque nada sucede entre los dos físicamente más que al final y esto podría ser el cierre de cualquier película de Disney. Esto me parece un acierto (al igual que la escena final) porque la directora no quiere hablar de un prohibido y tórrido encuentro sexual inevitable, sino de la incomunicación con el mundo y con uno mismo. Y esa necesidad de conectar con alguien en etapas en que la vida pierde todo sentido de dirección. “No se donde voy pero por lo menos no soy el único”.
LA PELI DEL SPIKE
A diferencia de los trabajos de su ex esposa, algunas de las películas dirigidas por el Spike siempre me gustaron. Aunque no escribe mucho, a diferencia de Sofia, si sabe escoger las bandas sonoras de sus trabajos, imagino porque viene del mundo del MTV de los 90. A pesar de haber realizado varias películas, Her es la más intimista y la única escrita y dirigida por él. En ella nos cuenta la historia de Joaquin Phoenix luego de un divorcio que no termina de aceptar, ya que prolonga la firma de los papeles que, simbólicamente, culminan tal detalle. Este film a diferencia del anterior, comienza con un sonido pausado pero molesto, como una respiración que duele cuando se inhala y descansa del dolor al exhalar. El chabón sabe lo que hace ya que viene del ambiente musical. Aquí desde el comienzo sabemos que algo está mal. El protagonista de nuestra historia labura escribiendo cartas de amor para otras personas (parecido a lo que hacía Florentino Ariza en El amor en los tiempos del cólera) en una ciudad en un futuro extraño con tecnología de punta pero con vestuario retro. Recorre etapas de cualquier separación como ser intentar citas a ciegas con personajes heridos y desesperados. Y, cuando no trabaja, se la pasa jugando a los videojuegos (no sé qué hacían los hombres luego de separarse cuando no existían las video juegos ¿jugaban a los naipes?) hasta que compra un nuevo sistema operativo con IA (inteligencia artificial) con la conveniente y sensual voz de Scarlett Johansson que sorprendentemente y a medida que pasan tiempos juntos se terminan enamorando. ¿Por qué se enamoran? –dirán los que pagaron el curso y se tienen que quedar hasta el final–. A mi parecer porque ninguno se siente humano o en todo caso se sienten humanos conectando entre ellos. ¿De nuevo la identificación de lo que falta para poder conectar?
Esta relación con la IA y todos los pasos de esta pareja que forman le permiten al protagonista entender el fin y el futuro de su relación anterior. Por lo cual, al acceder a firmar los papeles del divorcio se reúne con su ex esposa y este le reprocha que por culpa de la familia de ella, nunca nada será suficiente. Palazo y referencia directa a Sofía, en la cual muchos pensarán en su omnipresente padre pero yo prefiero apostar a que nadie nunca le llegará a los talones al poderoso y eterno Nicolas Cage.
El sorpresivo final de la peli nos confirma que no estamos ante una película romántica, sino ante algo más profundo e intimista, donde el protagonista realiza un viaje personal para dar fin a una relación que terminó tiempo atrás.
De esta manera, teniendo medianamente idea de lo que van las dos películas podemos ver cómo “dialogan” entre sí los creadores de las mismas.
El DIÁLOGO
La idea que les quiero vender es que la señorita Coppola hace una peli sobre SU separación y el señor Jonze le contesta 10 años después haciendo una peli sobre lo que vino después de esa separación para ÉL. Porque es como dice Gabo Ferro: “No me importa lo que viste, me importa lo que vi yo” y es en lo que está de acuerdo Shakira cuando todavía era morocha y venía del barrio cantando: “Siempre supe que es mejor cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo”. Her, del 2013 es una contestación a Lost in Translation de 2003 porque Spike Jonse así lo quiso. Imagino que la película de su ex esposa, en su momento, le pegó con la delicadeza de un planchazo en el pecho. Y esta es la respuesta que el chabón encontró 10 años después.
En qué sostengo esta hipótesis podrá preguntarse alguno de mis múltiples archienemigos que no puede ver triunfar a este verborrágico pseudo catedrático de la locura ficcional. Pues en algunos puntos como ser:
* Scarlett: la ya multimencionanda actriz protagonista de los dos films. Sofía la contrata por obvias razones de talento. Spike seguramente también, la voz de la actriz tiene una tonalidad femenina y sensual que sirve a la peli, pero hay una doble intención en su contratación porque Spike ya tenía grabada la voz de la IA por otra actriz que cambió a favor de Scarlett.
* La Ciudad: este es el tópico que más me aburre tanto en la literatura como en el cine. No me importan las ciudades, sus particularidades, sus sonidos, sus lugares escondidos. Para mi roza el turismo y odio el turismo con todas las fuerzas que cualquier diabético de 40 años puede tener (o sea, pocas). Coppola lo usa de la peor manera, ¡oh miren de genial y raro que es Japón y su gente! Aunque también es un contraste y una excusa perfecta para el sentimiento de incomunicación de la protagonista. Jonze lo usa más como escenografía y ¡oh, casualidad! para mostrar la soledad de una persona en una ciudad inmensa y poblada. Her se filmó en China pero se contrataron extras para que no todos sean orientales. Imagino que de lo contrario ya todo sería demasiado obvio.
* La paleta de colores: imagino que el tratamiento con electroshock está haciendo efecto porque esto es algo que generalmente no me fijo pero en estas dos pelis son tan opuestos y parecidos como los colores de los sables en Star Wars.
En los dos trabajos hay miles de colores pero los dos tienen un tono constante sobre toda la película que, imagino, pertenece al área de fotografía. Hay dos imágenes donde se saturan estos tonos y en donde puede verse el opuesto que yo aprecio. Ustedes dirán si están o no de acuerdo.
* La trama: esencialmente los dos argumentos versan sobre protagonistas solitarios e incomunicados rodeados de nostalgia y contemplación que logran por un instante acercarse a otro ser. Se nos describe este contacto con el otro y cómo transforma esto al personaje principal. Los dos tratan de vivir a pesar de sus miedos y reír entre sus tristezas. Pero esa conexión lograda al final también termina y los dos ya no son los mismo que eran antes que sucediera, a pesar de volver a estar solos pero acompañados. Scarlett en una relación estancada y Joaquín en una futura relación con una amiga. El argumento puede estar puesto en otro lugar no muy lejano pero, en mi opinión, los artistas (tanto Sofía como Spike) se muestran aquí.
* El final: cuando corre mucho tiempo bajo el puente de la creación humana, las distancias de años dejan de ser válidas. Yo creo que en algún momento en el futuro estas dos películas harán lo mismo y podremos imaginar a Sofia diciéndole a Spike: Chabón esto fue lo que pasó, por eso nos separamos. Y Spike podrá contestar al instante: Esto fue lo que aprendí de todo esto. Y seguramente leerá la carta que su protagonista hace para despedirse de su ex esposa en la escena final pero que no reproduciré para dejarles tarea para la casa.
Sabina sostiene que es imposible hacer buenas canciones si uno no tiene el corazón roto y plata para el vicio. En este caso creo que aplicaría porque los dos trabajos son perfectos y prolijos en todas las aristas que componen una película. Imagino que al artista no le hace gracia eso de romperles el corazón, pero esa culpa es casi nimia para nosotros ya que no nos quita el hecho de disfrutar de los frutos maravillosos de su dolor.
Antes de finalizar el módulo solo decirles una sola dos cosas. Primero, vean las dos pelis. Les aseguro que las van a disfrutar tanto con la mirada de un todo como individualmente. Y segundo, y más importante, antes de que se retiren, me dejan 100 pesos cada uno para las fotocopias del módulo del mes que viene.
BIBLIOGRAFÍA MUSICAL COMPLEMENTARIA
* Video musical “Electroband” de Chemical Brothers dirigido por Spike y protagonizado por Sofía.
*Video musical “I just don’t know what to do with myself” de The White Stripes dirigido por Sofía.
*Scarlett, como cantante, sacó un álbum junto a Pete Yorn llamado Break Up. El single Relator fue su tema de difusión.