Un libro que es dos libros. Ediciones con doble Z es quien publicó en 2019 este dispositivo que contiene a dos: Grita y Mis días con Joan, de Edith Galarza. Un doble juego en el que la poeta se despliega con firmeza.
Sonidos que se amplifican: Grita
Grita es la primera cara de esta moneda —fortuita según la voluntad del lector(x) —. En este grito se manifiesta lo íntimo y lo colectivo, nos dice acertadamente la solapa.
Nos preguntamos entonces qué nos grita? Quién nos grita? Habrá que avanzar para tener el impacto pleno de esa onda sonora y entender y mirar.
En Grita cada paso es una pausa, una reflexión. De manera sutil seremos atravesados y cuestionados hasta desestabilizarnos en nuestra totalidad.
Hay una preguntarse en torno a la escritura y al cuerpo, con qué escribimos? Las palabras son nuestro cuerpo y este queda en la escritura, cada parte de él y este como eslabón de una naturaleza que lo contiene y lo envuelve. En esa naturaleza ingresa la selva, los tucanes, los reptiles y los felinos.
Con el cuerpo se extraña, se evoca el rastro de ese otrx, miembro fantasma que hace eco. Hay despedida y ausencia, renuncia.
Tanto que ya no sé vivir sin eso me quema el cuero me arde el hambre como perro sin dueño me mira desde un rincón tu ausencia y yo paso distraída apenas le rozo el lomo para no darme cuenta de que no estás.
Hay un viento, natural, que gira y ata esos tres puntos: cuerpo, naturaleza y ausencia.
Y en el medio, como enclave también natural, el erotismo, tan leve, tan magnético, que pulsa con su yema sobre la tierra con despojo animal.
la emoción de tu cuerpo se bate entrando al mío como viento enloquecido o un rojo amanecer sobre la noche entonces te lanzás al vacío/ya pájaro conmigo la emoción de mi cuerpo son los jugos que me nacen abierta como fruta púrpura que en tus manos/tu boca río abajo llegamos tranquilos y dormimos en la orilla satisfechas nuestras/ferocidades.
De ese espacio íntimo de a poco vamos saliendo para transitar otra huella. En ese paso hay una reconstrucción en torno a la genealogía, ese rastro donde el yo se apoya; hay una proyección del tiempo en los que fueron y que en ellos somos y viceversa, todos palpitan el mismo eco.
La casa, espacio propio, da lugar a la patria como macrolugar, la que se deja atrás y la nueva. Una identidad se nombra y con ella las marcas que han quedado de la violencia.
El espacio abierto tiene ahora otros habitantes. Ahí lo colectivo y esta conglomeración es política y la palabra es política y la toma misma de la posición poética lo es.
Grita es un sonido que se amplifica, que se avecina hasta ser ensordecedor. Grita es denuncia, es garganta descarnada contra la violencia, contra la indiferencia, contra el poder y en todos ellos, contra el machismo.
Los clips: Mis días con Joan
El/La sujet(x) imaginario se mueve, se desplaza aquí, en el tiempo, en las historias, son otrxs que miran, que evocan y que en algunos casos construyen o reconstruyen desde la nostalgia, pero dejando lugar al humor.
Estos siete poemas parten de un centro y se extienden sin desprenderse de él, recortes discursivos, como clips cinematográficos, ventanas por las que asomamos para ver a estos personajes en escena.
En todo esto el amor y sus cruces, su permanencia y el olvido
Joan se teje entre Vietnam, Nuréyev, Perón y doña Isabel; todxs nos sacan una sonrisa y en ella la reflexión nunca ajena. De qué nos reímos, nos preguntamos, mirándonos a nosotros mismos.
desde mi casa todas las noches del año se ven dos estrellas una titila en mi familia pensamos que allí vive mi madre ella se fue a alguna estación espacial hace algunos meses ahora es astronauta investiga el espacio exterior cada tanto nos hace un guiño le contamos como van las cosas por acá y ella nos dice que todo va a estar bien después nos tomamos unas fotos y se las enviamos ella… no a ella no le gustan mucho las fotos nomás el flash.
Cierro estas notas con palabras que quedarán flotando en el aire: Al pie de este poema, que cierra estos días con Joan, podemos leer: clara lew usó pantalones cuando las mujeres no podían y en la universidad de los hombres se graduó de “abogado”.
Edith Galarza NacIó y estudió en la ciudad de La Plata, vive en Neuquén, en la Patagonia Argentina. Es poeta y abogada. Diplomada en Escritura Creativa por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Publicaciones: Ella cree que su casa es pequeña colección de poesía «Letra y Música» en 2014 y el libro doble de poesía Grita y Mis días con Joan en 2019, ambos de Ediciones Doble Zeta. Hoy elijo contarlo en coautoría con Mary Coller, de la Colectiva Feminista La Revuelta en 2019. Ella cree que su casa es pequeña en versión poesía para niñes, en braile y tinta, Editorial El Punto Táctil, 2020. Nubes, Ediciones Arroyo, Santa Fé. 2020. Como las chicas que salen en la tele, Ediciones Desmesura, Bariloche, 2021. Buma, plaqueta, 2022. Dragonas de komodo, plaqueta, 2022.
Participó en las obras colectivas: Fuerte al Medio. Historias y relatos futboleros, 2019; Es tiempo de soltar la lengua, 2019; La rebelión de las lombrices, 2019, Colectiva Poética Transfemista Somos Centelleantes; Martes verde federal, 2020, Poetas por el aborto legal; Doblen una hoja, 2020; El beso que no dí, 2020, Ediciones Arroyo; Y esto es un relincho, Luciana Mellado compiladora, Fondo Nacional de las Artes, 2023. Luciérnagas, Luciana Mellado compiladora, La Ballesta Magnífica, 2023.