El Grupo Intervencionista Tucumán (GIT) desde hace unos años viene realizando intervenciones artísticas en la provincia de Tucumán, abordando problemáticas que responden esencialmente a una agenda feminista y de compromiso social, lanzando convocatorias a nivel masivo e interviniendo los espacios públicos y privados de diferentes ciudades de la provincia.
GIT es un grupo independiente conformado por Yahel Tello, Mane Guantay y Yudith Pintos -aunque en sus inicios fueron más de diez sus integrantes- que trabajan de manera colaborativa con artistas, en su mayoría visuales, feministas y transfeministas de varias ciudades de la provincia de Tucumán, llevando a cabo proyectos artísticos de intervención urbana en espacios públicos. El grupo desde sus bases se propone “introducir el arte en el campo social, poner las prácticas artísticas «artivistas» en contexto territorial, accionando en distintas ciudades de la provincia y aspirando a borrar límites entre las disciplinas y los lenguajes”, afirman. El equipo está conformado por Yahel, Mane y Yudith, quienes coordinan, crean y desde donde surgen las ideas de las convocatorias del colectivo. El grupo acciona también sin convocatorias previa muchas veces, debido a los tiempos de organización que demandan las acciones, ya que surgen “temáticas urgentes por las que se ven interpeladas y desde su convicción artística y política ven la necesidad de manifestarse rápidamente”, nos cuentan.
Nos constituimos como tal en el 2017 para lanzar la primera convocatoria de intervención. De varias discusiones entendimos que nuestro espacio de activación estaba en la esfera pública, la calle en primer lugar, también instituciones como el museo, las escuelas o las redes, que son como la caja de resonancia de nuestras acciones. Si bien en simultáneo, algunes de nosotres participamos con nuestra obra individual en diversos espacios independientes o institucionales, el GIT viene a diluir protagonismos para conformar colectivamente una obra viva de denuncia ante un panorama político social previamente estudiado para accionar o lanzar la convocatoria en cada caso. La producción se materializa en un objeto, que es una excusa para consolidar los vínculos y generar el diálogo con el otre. El proyecto es, por sobre todo, social y comunitario. Ponemos recursos y saberes de nuestras prácticas artísticas para generar ese espacio. Hay una producción teórica que todavía nos debemos, lo archivístico también está en nuestras preocupaciones, por eso tomamos del campo artístico la publicación de un catálogo luego de cada proyecto, es nuestra memoria. Esas son otras formas de socializar.
Las intervenciones que impulsamos tienen que ver fundamentalmente con la agenda feminista y en la defensa de los derechos humanos. Para ello realizamos una investigación, una contextualización geopolíticamente localizada, observamos las instituciones tucumanas en relación a ciertos temas que nos interesa visibilizar, la adhesión e implementación provincial a la ESI (Educación Sexual Integral) a los protocolos de la ILE (Interrupción Legal del Embarazo) y la IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo) también sobre el tratamiento de las tasas de femicidios y travesticidios en la provincia, la adhesión a la Ley Micaela, entre otros. Siempre estamos atentes a la agenda política, sobre todo la local y a lo que específicamente incluya a las mayorías minorizadas. En base a esto adherimos a los reclamos de agrupaciones feministas y a los proyectos de ley impulsados por los mismos espacios. Tenemos varios intereses, el primero es acortar la distancia entre les artistes y quienes no lo son, la construcción colectiva como premisa, poner en piso de igualdad los saberes sensibles, que cada artivista aporte sobre todo en los temas que nos afectan a las mujeres, lesbianas, trans, no binaries sobre todo en el contexto local, para ponerlos en discusión.
Aunque las temáticas que abordamos son controversiales en una provincia con un estado íntimamente ligado a la iglesia y con intereses económicos disfrazados de ética y moral… en general el público es amable. Sobre todo en las ciudades del interior de la provincia donde el tiempo parece correr más lento. Aun cuando les persones no estén de acuerdo con nuestro planteo, se acercan a debatir posturas. Hemos logrado entrecruzar opiniones y entablar diálogo con algunas personas. Otras prefieren pasar de largo y murmurar. También sucede que les persones encuentren en nosotres o mejor dicho en la propuesta, un espacio para expresar pensamientos que no los dicen en otros lugares.
Anécdotas?… el día que montábamos “Cuerpos sudados” en la fachada del museo Timoteo Navarro nos insultaron unas señoras que pasaban, eran unas señoras mayores y en broma entre nosotres decíamos que seguro habían aprendido eso en la misa… nos dijeron “libertinas! Quieren que el estado les paguen los abortos” pero no paso a mayores. De esa misma instalación sucedió que después de publicadas las primeras fotos en un diario local, desde uno de los centros culturales nos llamaron para que la instalación no fuera a esa ciudad… pasaron muchas cosas con esa instalación, es la que fue vandalizada al otro día de inaugurada así que tuvimos que hacer vigilia para tener algo de la pieza para itinerar!
Nada muy relevante más que un municipio que no nos permitió llevar la obra a su ciudad… y eso que abordamos temáticas generales planteadas sobre sábanas! (“cuerpos sudados” 2018 ) Estos dos últimos años, 2019 #Clandestino y 2020 #NiñasNoMadres fueron puntualmente temáticas controversiales pero no podemos decir en general que nos hubieran atacado. Y claro, tampoco quisimos trabajar con el estado (los centros culturales o casas de la cultura) porque absolutamente todos los municipios aceptaron y se proclamaron “Pro vida” entonces no cabía encarar gestiones con los municipios, como si habíamos hecho años anteriores. En general, las respuestas son positivas pues de esos diálogos, de posturas contrapuestas incluso, logramos cambios de posturas y alguna apertura para revisar o repensar posiciones que atentan contra los derechos de otres persones.
Intervenimos principalmente en dos fechas: el 8M y el 24M, luego generamos acciones según los temas que nos movilicen de la agenda política que nos interpele, hemos realizado acciones invitades por organizaciones feministas, otros proyectos colectivos y hasta invitaciones institucionales (museos, escuelas, universidades).
Si bien al principio costó, luego primó la necesidad de manifestarnos y seguir haciéndolo en el espacio público. La pandemia en fase 1 nos enganchó itinerando la instalación #NIÑASNOMADRES” (Intervención que consistía de un gran textil colaborativo)… luego de pasar por algunas ciudades durante La cuarentena en fase 1, nos encontró finalizando forzosamente la itinerancia de la intervención, quedando varada en La Cocha, frustrando además de esta, una invitación para ser parte en un proyecto curatorial del Museo de la Universidad Nacional de Tucumán.
(Pero aclaran) Las temáticas que abordamos son parte de la agenda con o sin pandemia, así que en este proceso de pensar e imaginar colectivamente otros mundos posibles es que hacemos alianzas y tejemos redes con otres que persiguen esas metas, y desde Abril 2020 activamos artivismo de cercanía con les chiques de la comisión de cultura Ni Una Menos, con Contagiamos Imágenes, con La Veleta, Que Guaranga, Acción respeto, participando en las Cuarencharlas de Cultura viral federal , entre otres. Buscamos nuevas formas de accionar sin romper la cuarentena ni el distanciamiento social obligatorio y participamos de los Proyectorazos del 3 de Junio por Ni Una Menos, del 27 de Agosto contra el Gatillo Fácil, de la visibilización y lucha del colectivo LGTBIQ+ y por el cupo laboral trans (que recientemente fue aprobado), y nos sumamos a los artivismo por el aborto legal seguro y gratuito. Participamos exponiendo #CLANDESTINO (una instalación del año 2019) en el “festival virtual por el aborto libre en Latinoamérica y el Caribe” (RSMLAC en Instagram).