Ya no me acuerdo como ni cuando conocí a Marco Caorlin. Fue hace muchos años, cuando la Internet comenzaba a conectar a los que compartimos inquietudes similares. Con Marco estamos separados por cientos de kilómetros de distancia, pero nacimos en la misma época, lo que nos da intereses similares. Pero conocernos hace tanto tiempo, tampoco es un gran mérito, lo interesante es seguir en contacto fluido, tras casi dos décadas y con total naturalidad. Porque en la vida uno se cruza con un montón de gente, y los años van moldeando nuestros intereses, pero por algún motivo cósmico e inexplicable, nos mantenemos cerca de algunos y nos alejamos de otros.
Cuando nos conocimos, los dos dibujábamos y hacíamos cortometrajes de género fantástico. Los años pasaron y las inquietudes fueron mutando, pero la pasión por hacer se mantuvo, contra viento y marea. Dibujo, comics, coleccionismo y, ahora, Marco transita la aventura de la literatura. El arte nos completa la vida, suma un color a nuestro día a día que distrae de las penurias existenciales. Nos ayuda a mantenernos en movimiento y a pensar con más claridad. Lo importante no solo es hacer, sino seguir haciendo.
RECUERDOS DEL FINAL, el primer libro de Marco, me sorprendió por la variedad de sus ideas y lo bien desarrolladas que estaban. Sin importar qué género, qué estilo o qué historia, Marco logró atraparme, entretenerme y hacerme pasar un buen rato. Pasaron los días y sus historias se mantenían en mi cabeza, volviéndome a sacar una sonrisa. Este nuevo libro continua y redobla la apuesta, más ideas, más historias, más situaciones inesperadas. Logra transportarte en cada cuento a una nueva realidad, detallada e interesante.
Las páginas de VHS no sólo presentan relatos, sino que también reflejan una vida de inquietudes y un amor infinito al género fantástico. Una pasión que trasciende al tiempo y un aguante de décadas. Una catarata de creatividad que sólo un verdadero autor logra transmitir, que no puede ser emulada. Los amantes de la cultura popular también vamos a detectar un sinfín de sutiles referencias que condimentan cada historia. No puedo ser objetivo, los que crecimos en los 80s y 90s tenemos una conexión difícil de poner en palabras, vibramos en una misma sintonía en la que ciertos mecanismos bien usados, nos sacan una sonrisa obligatoriamente. Y de eso, los relatos compilados en VHS tienen mucho.
Pasan los años, muchos colegas van quedando en el camino y se entiende, la vida cuesta, pero Marco sigue haciendo y haciendo y haciendo. Se resiste a dejar de existir. La literatura lo liberó de las limitaciones que tiene el cine o el dibujo. Ahora Marco puede plasmar sus ideas sin filtros, liberar su creatividad al máximo y, yo brindo por eso.
¡Por muchos libros más!
Pablo Parés:
www.cinesalvaje.com
*Adaptación del prólogo de VHS para El Ganso Negro Revista
Ilustraciones de Gian Caorlin (España)