Idea, Poesía y Revolución

Idea Vilariño construyó su poética desde la intimidad para hablarnos del amor, la vida, la muerte, la infancia, lo femenino, la noche, la soledad, la palabra, la belleza; pero también cantó intensamente para denunciar las injusticias que azotan a los pueblos, en particular a los de Latinoamérica. La obra de Idea nos habla de la existencia humana tensionada entre la desesperación y la esperanza.

Uno no es más que su historia y a Idea Vilariño la signó un padre poeta y anarquista, en aquel paisito de la segunda década del siglo XX. Leandro Vilariño también eligió nombres anarquistas y poéticos para sus otros hijos: Alma, Poema, Azul y Numen; los hermanos de Idea.

El entorno de la infancia de Idea será favorable para su desarrollo literario e ideológico, crece en un ambiente propicio para la creación y para la consolidación de sus convicciones.

Idea recordará, que en 1933, a los 13 años, cuando aconteció en Uruguay el golpe de estado en marzo, tuvo conciencia de ello y con su joven Tía Inés salieron a repartir por debajo de las puertas panfletos; no exentas de los riesgos que implicaba aquella acción. Gabriel Terra, presidente electo, dió un golpe de Estado entrado el otoño de 1933 y continuó su mandato por la fuerza.

Idea, por aquellos años, temía al ascenso del fascismo en Europa, en Argentina y en otros países latinoamericanos. En el libro Diario de Juventud Idea recordaría:

“[Eran tiempos] del advenimiento del fascismo. Hubo vecinos que entregaban sus alianzas de oro por anillos negros, para ayudar a Mussolini. Temía a Hitler. Escuchábamos los informativos, y conversaba con papá. Iba ya al liceo y me acostumbré a meterme de vez en cuando en el Ariel, donde solo pasaban informativos, y me alarmaban las huestes perfectas de Hitler, sus armamentos, sus discursos de poseso. Tenía muy claro que toda esa preparación no podía ser para nada.”

Esta imagen de conversar con frecuencia de política con el padre, aparecerá en Diarios de Juventud en varias oportunidades, por ello Idea desde muy temprano tiene conciencia de la realidad política del Uruguay, Latinoamérica y del mundo.

El compromiso político de Idea con la izquierda es, podría decirse, de siempre, no como la mayoría de los intelectuales contemporáneos a ella que fueron impactados e influidos por la revolución cubana, incluso ese fuerte compromiso le generó problemas con su amante, el escritor Juan Carlos Onetti; en un reportaje, ella recordaba que una tarde de agosto de 1961, mientras Onetti realizaba una de sus visitas intermitentes a Idea, el profesor de Historia, Arbelio Ramírez, fue asesinado con una bala destinada para el Ché Guevara en su visita al Uruguay. Enterada, Idea se preparó para ir a una asamblea y, justo al llegar a la puerta, Onetti la detuvo: «Si te vas, no me ves más», le dijo amenazante. Ella dudó, pero sintió más fuerte su compromiso y se fue. Al regreso encontró una nota con insultos escrita por su amante. Solo volvieron a verse de nuevo en 1974, cuando Onetti tuvo que ser hospitalizado en Montevideo.

Idea se dedicaba a la docencia de Literatura y al periodismo (colaboró en Uruguay en diversas publicaciones como Marcha, Brecha y Número; de esta última fue fundadora en conjunto con Manuel Claps y Emir Rodriguez Monegal, que venían de haber integrado el equipo de redacción de la revista Clinamen, a partir del N° 8 se integró al staff Mario Benedetti). Tuvo una extensa labor dentro del ensayo donde, entre otros temas, analizó la poética del tango. Fue traductora de varias obras de Shakespeare, de W H Hudson, S. Alexis y de Raymond Queneau, entre otros.

En 1955, Idea publicará Nocturnos y en 1957 Poemas de amor (dedicado a Juan Carlos Onetti). Los poemas de Pobre mundo, recién aparecerán en 1966, a partir de entonces editará sus poemas bajo esos tres títulos. Más tardíamente, en 1981, se agregará un cuarto título que es contundente: No, bajo este volumen reunirá los poemas breves que compuso a lo largo de su vida. En cada nueva edición, Idea agregó poemas, revisó el conjunto, cambió el orden, suprimió otros, pero mantuvo la agrupación de estos cuatro libros que conformarán casi la totalidad de su obra.

En dicha agrupación de los cuatro volúmenes no entran poemas escritos en su adolescencia ni los poemas que fueron musicalizados por diferentes artistas, como Daniel Viglietti, Washinton Carrasco, Pepe Guerra, Alfredo Zitarrosa, entre otros. En una entrevista que Elena Poniatowska le realiza a Idea cuando la visita en Montevideo en 2001 responde al ser indagada sobre las letras de canciones comprometidas:

“El factor determinante fue, sin duda, la pléyade de excelentes cantores populares militantes y valientes que tenemos. Si no, me hubiera quedado en los poemas políticos. Pero había allí un vehículo inmejorable, llegan a donde nuestros libros no llegaron nunca, a todos y, además, ellos necesitaban letras. Y la gente necesita oírlos. Por eso me ha dado mucha más alegría oír cantar por ahí, más o menos anónimamente, «Los Orientales», que la edición de mis poesías completas que ni a mí ni a nadie importó nada.”

La canción Los Orientales, cantada por Los Olimareños se transformó en canto de resistencia en el exilio de la dictadura (1973-1985), luego en un himno popular en el retorno del exilio y de la democracia, permaneciendo en el imaginario como un himno emancipador. En el libro Idea: la vida escrita, de Ana Inés Larre Borges, Idea comenta: “(a) la vuelta de Los Olimareños al país, lo cantó el estadio entero y yo, nadie, entre ellos”. Esto me recuerda aquellas palabras de Héctor Germán Oesterheld, en el prólogo de El Eternauta, aquello de que el verdadero héroe es el héroe colectivo. Idea, una mujer de convicciones, sabe que su escritura ya no le es propia, sino de ese nuevo sujeto político colectivo que necesita erigir nuevos imaginarios para reconstruirse como comunidad; a pesar de las heridas que dejan las dictaduras genocidas, de un pueblo que sabe que sólo él podrá romper las cadenas.

Porque dejaron sus vidas
Sus amigos y sus bienes
Porque eres es más querida
La libertad que no tienen
Porque es ajena la tierra
Y la libertad ajena
Y porque siempre los pueblos
Saben romper las cadenas

		(Fragmento de Los Orientales)

Regresando a Pobre Mundo, Idea aborda temáticas histórico-políticas relacionadas con el espíritu de los sesenta, aparecerá en los textos un nuevo escenario de transformaciones tecnológicas, de amenazas bélicas en el marco de la Guerra Fría, las luchas de los movimientos de liberación nacional en Latinoamérica y la violencia revolucionaria. Son poemas de elevada intensidad tanto en su contenido como en su elaboración formal que aún mueven y conmueven al lector a pesar del paso del tiempo. Los poemas de Pobre Mundo tienen casi como característica la enunciación que está arraigada en algún acto biográfico, hasta podría decirse doméstico, de la poeta donde mirará el hecho histórico-político desde su lírica atravesada por sus convicciones.

Pobre Mundo tuvo una segunda edición definitiva y aumentada dos décadas más tarde, en el año 1988, la cual incorporó nuevos poemas, para ser nuevamente modificada en 2002 con la incorporación del poema “A Guatemala” (Estocolmo, 1954) a la edición de Poesía completa.

Entre los premios que recibió están, por citar sólo algunos, el Premio de Poesía José Lezama Lima (es uno de los tres premios honoríficos otorgados por la Casa de las Américas), el Premio Konex Mercosur a las Letras en 2004, otorgado por la Fundación Konex de Argentina, como la más influyente escritora de la región. No por nada en Instagram actualmente uno se encuentra que las nuevas generaciones siguen leyendo, replicando y sintiendo la poesía de Idea como propia.

Falleció en Montevideo el 28 de abril de 2009.


Selección de poemas de Idea Vilariño que se encuentran en el libro Pobre Mundo:

POBRE MUNDO

Lo van a deshacer
va a volar en pedazos
al fin reventará como una pompa
o estallará glorioso
como una santabárbara
o más sencillamente
será borrado como
si una esponja mojada
borrara su lugar en el espacio.
Tal vez no lo consigan
tal vez van a limpiarlo.
Se le caerá la vida como una cabellera
y quedará rodando
como una esfera pura
estéril y mortal
o menos bellamente
andará por los cielos
pudriéndose despacio
como una llaga entera
como un muerto.

(Las Toscas, 1962)
POR FIN

                       A Nicaragua

Di un puñetazo
dos
en la pared.
No pude respirar por un momento.
Dije una palabrota.
Dije otra.
Y al fin enmudecí
y al fin me quedé inmóvil contra un marco
tratando de vivir
de respirar
y me dije
por fin
dios
sucedió
por fin
hoy
diecinueve
del mes de julio del setenta y nueve.

(19 de julio de 1979)
CON LOS BRAZOS ATADOS

Con los brazos atados a la espalda
un hombre
un hombre feo y joven
un rostro algo vacío
con los brazos atados a la espalda
lo hundían en el agua de aquel río
–un rato nada más
lo estaban torturando no matándolo–
con los brazos atados a la espalda.
No hablaba y lo pateaban en el vientre
con los brazos atados lo pateaban
le pateaban el vientre los testículos
se arrollaba en el suelo
lo pateaban.
Ahora mismo
hoy
lo están pateando.

(13 de agosto de 1969)

https://www.youtube.com/watch?v=XipH0zj5TwA

Nota del video:

Versión de Los Orientales por Los Olimareños del 18 de Mayo de 1984, eran los días finales de la dictadura cuando los músicos regresaban a Uruguay del exilio, esa noche una tormenta no impidió que los músicos actuarán para un Estadio Centenario repleto de esperanza, fueron protegidos con cartones sostenidos por asistentes para que la lluvia no mojara las guitarras que estaban ya desafinadas por la humedad, ese himno como puede escucharse lo cantaron Los Olimareños con cada uno de los asistentes al encuentro, los que estaban adentro y los que estaban por las calles circundantes porque no entraba ya nadie. Entre el público, anónima, estaba Idea, autora de la letra de ese himno, en el lugar que sentía que debía estar, con el pueblo.

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