En 1967, Sol LeWitt publicó «Párrafos sobre arte conceptual» (considerado por muchos como el manifiesto del movimiento), en el que escribió: «El aspecto de la obra de arte no es demasiado importante. Tiene que verse como algo si tiene forma física. Independientemente de la forma que finalmente tenga, debe comenzar con una idea. Es el proceso de concepción y realización lo que interesa al artista».
En 1968 la revista Art Internacional publicó un artículo titulado La desmaterialización del arte. Confirmaban en él la gestación de una nueva definición de lo artístico, que ponía acento en la valoración de la idea por encima del propio objeto.
El arte conceptual hay que contextualizarlo dentro de la búsqueda de una utopía que guio por aquellos años a los artistas y fue una de las respuestas que surgieron del debate donde se cuestionaba la definición tradicional de arte (Muñoz, 2001, pág. 102).
Buscando “apropiación” en el diccionario encuentro: Del lat. appropriāre. 1. Hacer algo propio de alguien. 2. Aplicar a cada cosa lo que le es propio y más conveniente. Dicho de una persona: Tomar para sí alguna cosa, haciéndose dueña de ella, por lo común de propia autoridad (Real Academia Española, s.f.). Roland Barthes dice en su ensayo La muerte del autor que “el nacimiento de un lector debe realizarse a costa de la muerte del autor”. Por su parte Michel Foucault habla sobre la tiranía del concepto de autor.
En términos artísticos y con origen en la fotografía, la apropiación es una directa multiplicación, copia o incorporación de una imagen, por otro artista, quien re-representa dentro de un contexto diferente, alterando completamente su significado y cuestionando los conceptos de originalidad y autenticidad (Chilvers, 1998).
Para terminar este repaso hay que describir la posmodernidad: sus primeros signos fueron evidentes a principios del siglo XX con artistas dadaístas que ridiculizaban la creación de arte con sus acciones anárquicas y actuaciones irreverentes. Sin embargo, el término no se utilizó en el sentido contemporáneo hasta 1979 en The Postmodern Condition, del filósofo Jean-François Lyotard.
En este contexto, la fotografía posmoderna se entiende como el resultado de la crisis de los valores morales, políticos, científicos y estéticos de los años 70’. Las nociones de razón y progreso que habían impulsado la idea de Modernidad se deterioraron ante la desconfianza creciente respecto de las consecuencias que esa razón y ese progreso conllevaban. Se descubre aquí que la humanidad, en vez de beneficiarse del desarrollo tecnológico, lo sufre. La fotografía de los 70’ se había caracterizado por una introspección en la propia personalidad. Los fotógrafos exponentes de esta época no hacían sino ofrecernos la intimidad de sus mundos. En los 80’ se observa una ruptura de esa tradición, ahora se rehúye de cualquier intento de expresión personal. Esto conduce un replegamiento a posiciones afines al arte conceptual de fines de los 60’. La fotografía reinaugura una etapa de reflexión sobre cuestiones históricas y sociales. La radicalización de estas posturas lleva a la ‘muerte del autor’, al concepto de obra como ‘usurpación’. La idea de originalidad es combatida como uno de los vestigios de las vanguardias históricas. Umberto Eco apostilla en forma genérica: “la respuesta posmoderna a lo moderno consiste en reconocer que, como se ha demostrado el fracaso de las vanguardias, y el pasado no puede destruirse (su destrucción conduce al silencio), lo que hay que hacer es volver a visitarlo, con ironía, sin ingenuidad” (Fontcuberta, Crítica y nuevas tendencias, 1991).
Repasando estas líneas, y si llegamos hasta aquí leyendo pausadamente, ya casi estamos en condiciones de pensar en el trabajo que presento. Pero tengo ganas de despedirme haciéndolos leer un poco más. Igual que los posmodernistas, demando la participación intelectual del público para completar mi obra. Esta era una de las cosas en que se diferenciaban de los modernistas, quienes creían que la obra de arte era una totalidad independiente en si misma. El trabajo posmodernista con la fotografía insiste en que la imagen se completa solamente en la mente del observador, y la estrategia es la de forzar ese observador más allá de la contemplación estética hacia la comprensión, o al menos a la conciencia del mensaje (Jussim, 2017).
Es muy conocida aquella frase de Ansel Adams quien decía que las fotografías “no se toman, se hacen”. Pues resulta que en la Postfotografía las fotografías no se hacen, se toman, se apropian. Así conseguí las fotos que presento en conjunto, conformando una sintaxis, tal cual la describió Barthes en su ensayo publicado en la mítica revista Comunicaciones, en el primer número de 1961: La fotografía de prensa es un mensaje. La connotación, es decir la imposición de un segundo sentido al mensaje fotográfico, se elabora a lo largo de diferentes niveles de producción de la fotografía. Una serie de varias fotos puede constituirse en secuencia (éste es el caso de las revistas ilustradas); el significante de connotación no se encuentra en el nivel de ninguno de los fragmentos de la secuencia, sino en el de su encadenamiento (que los lingüistas llaman suprasegmental).
Gracias a su código de connotación, la lectura de la fotografía siempre es histórica; depende del «saber» del lector, igual que si fuera una verdadera lengua, que solo es inteligible para el que aprende sus signos (Barthes R. , 1986, pág. 11 a 30).
En el párrafo anterior nombre la Postfotografía sin antes describirla. Aquí repasaremos. El profesor mexicano Oscar Colorado Nates, en su blog nos cuenta: El líder revolucionario Emiliano Zapata proclamaba a viva voz:
“¡La tierra es de quien la trabaja!” y dicho concepto es perfectamente aplicable en la Postfotografía donde la imagen es de quien la reúne, la edita, la re-mezcla, la yuxtapone o la re-significa: “…la cultura visual postfotográfica se ve sacudida, por un lado, por un agresivo cuestionamiento de la noción de autor y, por otro, por la legitimación de las prácticas apropiacionistas.” En otras palabras ¡La imagen es de quien la trabaja! (Oscar en fotos, 2014).
Hablando de las fotos de ciudadanos comunes agregadas a la par de las “políticas”: la verdadera novedad en la incorporación de esas imágenes a nuestras vidas fue gracias a la aparición de lo que Joan Fontcuberta llama Homo photographicus, que responde a un entorno de proliferación de cámaras de bolsillos baratas, así como de teléfonos móviles provistos de cámara, fáciles de manejar y que producen fotos sin costo.
La noción de autoría basada en la individualidad retrocede ante la proliferación de obras colectivas, pero, sobre todo, ante la concepción del público, ya no como mero receptor pasivo, sino como coautor (Fontcuberta, La furia de las imagenes, 2016).
Llegamos al final de estas líneas donde los hice leer algo de las ideas vistas en esta materia, muchas de las cuales deberían practicarse en otras, según mi visón ya de exalumno. Si esperaban alguna otra explicación de mi trabajo, fuera de lo descripto en la página 1, no la encontrarán aquí.
Para despedirme les dejo esta frase: “en el fondo la fotografía es subversiva, y no cuando asusta, trastorna o incluso estigmatiza, sino cuando es pensativa” (Barthes R. , 1997, pág. 73).
Escrituras citadas: Barthes, R. (1986). Lo obvio y lo obtuso: imágenes, gestos, voces. Barcelona, España: Paidós. Barthes, R. (1997). La cámara lúcida, Nota sobre la fotografía. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica. Chilvers, I. (1998). Un diccionario de arte del siglo XX (Perfiles de Oxford). Oxford: Editorial Oxford University Press. Fontcuberta, J. (2016). La furia de las imágenes. Barcelona: Editorial Galaxia Gutenberg. Fontuberta, J. (1991). Crítica y nuevas tendencias. En M. Gili, & Otros, La crítica fotográfica. Durango, Museo de Arte e Historia: Editorial Blume. Jussim, E. (2017). La cámara autorreflexiva. En G. Indij, & A. Silva, Clic! Fotografía y Estética (págs. 83-85). Buenos Aires: La Marca Editora. Muñoz, A. M. (2001). Arte y arquitectura del siglo XX.: La institucionalización de las vanguardias. España: Editorial Montesinos. Oscar en fotos. (agosto de 2014). Recuperado el 28 de marzo de 2021, de Postfotografía. Informe Especial: https://oscarenfotos.com/2014/08/23/postfotografia/ Real Academia Española. (s.f.). Recuperado el 28 de marzo de 2021, de Diccionario de la lengua española: https://dle.rae.es/apropiar
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