La palabra como identidad, derecho y resistencia: la escritura insumisa de Conceição Evaristo

Desde una infancia dura hasta un lugar en la Academia de Letras, la vida y obra de Conceição Evaristo es el camino de una voz que, lejos de resignarse al silencio, erige la escritura como un acto político, afectivo y de memoria.

Contar la propia historia

Cuando leía intentando entender —con mi precario portugués— poemas y cuentos de Conceição Evaristo , no podía dejar de pensar en Leo. Leo era uno de los participantes de un taller de lectura y escritura que dicté los sábados por la mañana y por varios años, en una escuela secundaria donde adolescentes asistían a talleres artísticos, intentando todos de dejar de ser niños al transitar esa institución. Cuando los talleres se fueron desarrollando dejamos caer las caretas que nos ponemos para parecer adultos y volvimos así al juego y surgieron confesiones de esos jóvenes que tenían mucho de niños todavía, como cualquier persona de 13 o 14 años. Leo siempre comentaba que su libro preferido de entonces era El vuelo del sapo de Gustavo Roldán. Hacía siempre referencia al primer texto del libro y un día lo llevó a la escuela para que lo leyera:

Mientras los leones
no tengan su propio historiador,
las historias de cacerías
seguirán glorificando al cazador.

Ese breve texto es un proverbio africano que inmediatamente hizo que también ame aquel libro destinado a los chicos, donde un sapo contador de historias, que a veces exagera, es consciente de tomar la palabra y contar sus historias. Hay muchos tipos de narradores de historia, en lo personal me gustan los que agregan un poquito de pimienta, sal y otros condimentos a lo que relatan. Ese intento es lo que muchas veces transforma un simple relato en literatura.

Cuando leía intentando entender con mi precario portugués los poemas y cuentos de Conceição Evaristo, lo hacía emocionado y potenciaba mi disfrute el conocer pequeños retazos de la vida de esta escritora brasileña. Su nombre hace que permee en mis pensamientos el concepto de subalterno de Gayatri Chakravorty Spivak. Conceição: mujer, pobre y negra que le tocó y toca crecer en un Brasil signado por una estructura social racializada, herencia de los tiempos coloniales, donde prima la desigualdad y donde esta mujer negra encontró los intersticios para que su voz se escurra y tome cuerpo en forma de belleza, en forma de testimonio, en forma de denuncia.

Conceição Evaristo mediante su obra literaria plantea representaciones de la memoria que van a rescatar voces silenciadas históricamente, la escritora busca, con su obra, posicionarse desde su perspectiva política, feminista y decolonial, y no nos deja indiferentes en el marco de la producción literaria contemporánea, porque está escrita desde las experiencias que atravesó toda su vida y la vida de los suyos.

Conceição y su escritura

Maria da Conceição Evaristo de Brito nació en Belo Horizonte, en 1946. De origen humilde, emigró a Río de Janeiro en la década de 1970. Graduada en Idiomas por la UFRJ (Universidade Federal do Rio de Janeiro), trabajó como profesora en el sistema de escuelas públicas de la capital de Río de Janeiro. Es Máster en Literatura Brasileña por la PUC (Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro), con la tesis Literatura Negra: una poética de nuestra afrobrasileñidad (1996), y Doctora en Literatura Comparada por la Universidad Federal Fluminense, con la tesis Poemas malungos, cânticos irmãos (2011), en la que estudia la obra poética de los afrobrasileños Nei Lopes y Edimilson de Almeida Pereira en comparación con la del angoleño Agostinho Neto, ver Poesía: Metáfora y resistencia XI – Palabras desde el África – El Ganso Negro Revista.

Conceição es una activista de los movimientos que ponen en valor la cultura negra en Brasil, comenzó a publicar sus cuentos y poemas en la serie Cadernos Negros (1990). Su obra transita la poesía, la ficción y el ensayo. Participa en publicaciones en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos. Sus cuentos han sido estudiados en universidades brasileñas y extranjeras.

Entre sus obras de narrativa podemos citar Ponciá Vicêncio (2003) que presenta una narración no lineal marcada por sucesivos cortes temporales, en los que pasado y presente se entrelazan. En 2006, Conceição Evaristo publicará su segunda novela Becos da memória, en la que retrata el drama de una comunidad de una favela en proceso de desalojo con un potente realismo poético presente también en su novela anterior. Donde la protagonista de la acción es la figura femenina, símbolo de resistencia a la pobreza y la discriminación. 

En cuanto a su obra poética, se encontraba restringida a las antologías y a la serie Cadernos Negros, cobró mayor visibilidad a partir de la publicación de Poemas de recordação e outros movimentos (2008),en el que mantiene la línea de denuncia de la condición social de los afrodescendientes, donde prevalece un tono de sensibilidad y ternura característicos de su lirismo, dando cuenta de un trabajo cuidadoso con el lenguaje poético.

En 2011, publicó el volumen de cuentos Insubmissas lágrimas de mulheres, en el que, una vez más, trabaja sobre el universo de las relaciones de género en un contexto social marcado por el racismo y el sexismo.

En 2014 publica Olhos D’água, con este libro será finalista del Premio Jabuti en la categoría «Cuentos y Crónicas».

En 2016, publicó otro volumen de ficción, Histórias de leve enganos e parenças.

En 2018, la escritora recibió el Premio de Literatura del Gobierno de Minas Gerais por su obra.

En 2023 se publicará Macabea, flor de mulungu, un cuento en el que dialoga con A hora da estrela, de Clarice Lispector ( ver Una menina llamada Clarice – El Ganso Negro Revista ).

En 2023 fue galardonada con el Premio Intelectual del Año, otorgado por la UBE (Unión Brasileña de Escritores). En marzo de 2024 asumió el cargo de miembro de la Academia de Letras de Minas Gerais, ocupando la silla número 40.

Retazos de una vida

Conceição nace y crece en una favela, en su niñez, además de su madre, Joana Josefina, su familia se conforma por ocho hermanos y muchas tías, su infancia no fácil estará marcada por el hambre.

Joana, era lavandera y siempre puso empeño en la educación de sus hijos, no era tarea sencilla para las familias sumidas en la marginalidad. Conceição recuerda siempre las manos de lavandera de su madre ayudándola en el ejercicio de copiar su propio nombre, las letras del alfabeto, las sílabas, los números. Fueron las manos de Joana, que hojeaban revistas viejas, periódicos y algunos libros recogidos de la basura y recibidos en la casa de sus empleadores, las que agudizaron y mantuvieron viva la curiosidad de Conceição por la lectura y la escritura. Las manos de lavandera de Joana también cosían pacientes cuadernos hechos de papel y que evidenciaban la riqueza del cuidado y la pobreza material de esa familia en Belo Horizonte.

En un documental que trata de la vida y obra de la escritora, Conceição recuerda con palabras cálidas quizás el génesis de su oficio de narradora:

Mi madre es una mujer… uno piensa en una educación con letras, ella no la tenía, pero es una mujer que se sentaba con nosotras, las cuatro niñas, a hacer muñecas de trapo para nosotras. Lo más interesante es que, además de crear esas muñecas, inventaba historias. Esa capacidad mía de ficcionalizar es una habilidad que adquirí en casa, en el gesto muy natural de mi madre de contar historias. Y contaba historias. Entonces, esa experiencia, esa vivencia de la afectividad, de alguna forma compensó profundamente la carencia material que viví.

Pero el hambre y las carencias eran muchas, esto llevará a la niña a dar el primer paso: «Me fui a vivir con mi tía con la certeza de que quedaría un plato de comida en casa de mi madre. Sería una boca menos para que ella alimentara”, recordará en una entrevista. “Yo tenía 7 años, eran casas muy cercanas; mi tía también era pobre, pero tenía una condición de vida un poco mejor porque mi tío, que estaba casado con ella, era albañil, y no tenían hijos. Y eso también fue fundamental para que yo tuviera la oportunidad de estudiar”.

En la casa de su tía María Filomena, conocida como Lía, Conceição tuvo una habitación propia, lo que le permitía sentarse tranquilamente a leer y escribir, también le permitió dedicarse a sus estudios.

Por aquellos tiempos una de sus tías trabajaba como empleada doméstica para la directora de una biblioteca, quien llevó a su tía a trabajar en la biblioteca. Gracias a este suceso, Conceição se acercará a esa biblioteca que quedaba frente a una plaza, Praça da Liberdade, tomaba un libro de la biblioteca y se sentaba en la plaza a leer, bajos los árboles o al sol, luego devolvía el libro y tomaba otro y así fueron muchos los leídos con avidez en aquel tiempo. Esto será fundamental en la vida de la escritora que se apropió de una biblioteca y de una plaza llamada Libertad.

A mediados de la década de los 60, Conceição Evaristo se unió a la Juventud Obrera Católica (JOC), un movimiento responsable de despertar una mirada política sobre la realidad brasileña con un fuerte acercamiento a los pobres: “les hacían sentir que Dios podía tener su color”, recordará. En este marco, otro de los sucesos decisivos para Conceição fue la llegada de un libro al movimiento JOC, Cuarto de desechos de la escritora negra Carolina María de Jesús, se siente totalmente identificada con las experiencias que cuenta Carolina viviendo en San Pablo, ella y su familia en Belo Horizonte. Carolina es una mujer pobre, negra, madre soltera, que vive de recolectar desechos por las calles, pero con un profundo deseo de dejar registrada su vida en un diario. Carolina escribe su obra sobre papel recogido de la basura, aun así quiere entregar desesperadamente su voz al mundo.

Ese deseo se contagia en Conceição, Cuarto de desechos es un punto de partida para la escritura de una joven mujer que trabaja de empleada doméstica de día y estudia por las noches magisterio. Conceição trabajaba en casa de profesores para poder acceder al material de estudio. 

En 1973 se traslada a Rio de Janeiro, gana allí un concurso y comienza a trabajar como maestra, su vida cambia un poco, pudiendo dedicarle mayor tiempo a la escritura.

Es madre de Ainá en 1981, que nace con serios problemas de salud, lo que hace que Conceição se dedique el mayor tiempo posible a cuidar de su hija, lo que dilatará en muchos años para que ella pueda obtener su título de Licenciada en la Facultad de Letras. Su vida académica continuó con la realización de una maestría, para luego doctorarse a los 65 años.

Su historia parece construida a puro esfuerzo personal, para Conceição el discurso de la meritocracia es una trampa cruel. La meritocracia, cómo sostiene Nancy Fraser, no elimina la desigualdad sino que la disfraza.

Para Conceição, la escritura no es una voz individual, sino la memoria de un pueblo, y en su caso, ella escribe desde la memoria de las mujeres que la precedieron. En un reportaje donde dialoga con una mujer negra joven Conceição le dice:

Eso me da una especie de certeza de que la vida escrita vale la pena. Saber que estoy escribiendo, pero que esta escritura no termina en mí, no comienza conmigo ni termina en mí. Otras personas también se están apropiando con la misma vehemencia de la palabra escrita y le están dando continuidad. Eso, para mí, confirma que la vida vale la pena. Porque mi tiempo de 73 años, se conserva a través de ustedes. Ese tiempo es lo que tengo para ofrecerles: mi creación. Es muy alentador saber que en ustedes perdura ese tiempo, así como yo estoy haciendo perdurar la voz de otras mujeres mayores. Así como perdura la voz de mi madre, una mujer que tiene hoy 97 años. Una mujer que, desde el momento en que leyó a Carolina, también escribió un diario, escribió desde su propia capacidad. Y fue a partir de una competencia que Carolina Maria de Jesús nos enseñó. Porque yo creo que, para mí, de todas las escritoras, la más valiente fue Carolina Maria de Jesús. Y ella se afirmaba como escritora, sabía que tenía ese derecho. Mi trayectoria, mi tiempo, no es un tiempo que yo inauguro. Es un tiempo al que yo doy continuidad.


Poemas de Conceição Evaristo que se encuentran en el libro Poemas da recordação e outros movimentos publicado en Río de Janeiro por Editorial Malê en 2017.

O olho do sol batia sobre as roupas estendidas no varal e mamãe sorria feliz. Gotículas de água aspergindo a minha vida-menina balançavam ao vento. Pequenas lágrimas dos lençóis. Pedrinhas azuis, pedaços de anil, fiapos de nuvens solitárias caídas do céu eram encontradas ao redor das bacias e tinas das lavagens de roupa. Tudo me causava uma comoção maior. A poesia me visitava e eu nem sabia…

El ojo del sol latía sobre la ropa colgada en la soga y mamá sonreía feliz. Las gotitas de agua que rociaban mi pequeña vida se mecían con el viento. Pequeñas lágrimas de las sábanas. Piedritas azules, trozos de añil y jirones de nubes solitarias caídas del cielo se encontraban alrededor de las palanganas y piletas para lavar la ropa. Todo me causaba una emoción intensa. La poesía me visitaba y yo no lo sabía.


Pão

Debaixo da língua
a migalha de pão
brinca à fome.


Pan

Debajo de la lengua,
La miga de pan
juega al hambre.

***

Menina
Para Ainá, minha filha, ou minha mãe, talvez.

Menina, eu queria te compor em versos,
cantar os desconcertantes mistérios
que brincam em ti,
mas teus contornos me escapolem.
Menina, meu poema primeiro,
cuida de mim.


Niña
Para Ainá, mi hija, o tal vez mi madre.

Niña, quería componerte en versos,
cantar los misterios desconcertantes
que juegan en ti,
pero tus contornos se me escapan.
Niña, mi primer poema,
cuida de mí.

***

Mineiridade

Quando chego de Minas
trago sempre na boca um gosto de terra.
Chego aqui com o coração fechado,
Um trem esquisito no peito.
Meus olhos chegam divagando saudades,
mis pensamientos llenos de "uais",
e esta cidade aqui me machuca
me deixa maciça, cimento
e sem jeito.
Chegando de Minas,
trago sempre nos bolsos
queijos, quiabos babentos
da calma mineira.
É duro, é triste
Ficar aqui
com tanta mineiridade no peito.


Mineridade

Cuando llego de Minas
siempre traigo en la boca gusto a tierra.
Llego aquí con el corazón cerrado,
Una extraña sensación en el pecho.
Mis ojos llegan divagando saudades,
mis pensamientos llenos de “uais” (1)
y esta ciudad aquí me duele
me deja petrificada
e indefensa.
Al llegar de Minas,
siempre traigo en mis bolsillos
queso y quimbombó babeante (2)
de la calma de Minas Gerais.
Es duro, es triste
quedarme
con tanto de Minas Gerais en el pecho.

Notas:
la palabra "uai" es una expresión muy característica del estado de Minas Gerais, en Brasil. Es uno de los símbolos más reconocibles de la "mineiridade", es decir, de la identidad y cultura de los habitantes de esa región. "Uai" no tiene una traducción directa, pero funciona como una muletilla expresiva que puede usarse en distintos contextos y expresar sorpresa, duda o énfasis.

El quimbombó es una hortaliza de vaina alargada y verde, originaria de África y muy popular en la cocina brasileña (especialmente en Minas Gerais)

***

Certidão de óbito

Os ossos de nossos antepassados
colhem as nossas perenes lágrimas
pelos mortos de hoje.
Os olhos de nossos antepassados,
negras estrelas tingidas de sangue,
elevam-se das profundezas do tempo
cuidando de nossa dolorida memória.
A terra está coberta de valas
e a qualquer descuido da vida
a morte é certa.
A bala não erra o alvo, no escuro
um corpo negro bambeia e dança.
A certidão de óbito, os antigos sabem,
veio lavrada desde os negreiros.



Acta de defunción

Los huesos de nuestros antepasados
recogen nuestras lágrimas perennes
por los muertos de hoy.
Los ojos de nuestros antepasados,
estrellas negras teñidas de sangre,
se elevan desde las profundidades del tiempo
cuidando nuestra dolorosa memoria.
La tierra está cubierta de fosas y
al mínimo descuido en la vida,
la muerte es segura.
La bala no falla el blanco, en la oscuridad
un cuerpo negro se tambalea y baila.
Los veteranos saben que el acta de defunción
era escrita en los barcos negreros.

***

Só o medo

Só temos o medo
só o medo
o medo de sermos corajosos.
De sermos medrosos
também o medo.


Sólo miedo

Sólo tenemos miedo
sólo miedo
miedo a ser valientes.
A tener miedo
también del miedo.

***

Em meio ao medo instalado e à necessária coragem, ensaiamos movimentos ancorados na recordação das proezas antigas de quem nos trouxe até aqui. E, apesar das acontecências do banzo, seguimos. Nossos passos vêm de longe... Sonhamos para além das cercas. O nosso campo para semear é vasto e ninguém, além de nós próprios, sabe que também inventamos a nossa Terra Prometida. É lá que realizamos a nossa semeadura. Em nossos acidentados campos – sabemos pisar sobre as planícies e sobre as colinas – a cada instante os nossos antepassados nos vigiam e com eles aprendemos a atravessar os caminhos das pedras e das flores. É deles também o ensinamento de que as motivações das flores são muitas. Elas cabem no quarto da parturiente, assim como podem ser oferendas para quem cumpriu a derradeira viagem...


Em medio del miedo instalado y el coraje necesario, ensayamos movimientos anclados en la memoria de las hazañas antiguas de los que nos trajeron hasta aquí. Y, a pesar de los acontecimientos de las añoranzas, continuamos. Nuestros pasos vienen de lejos. Soñamos más allá de los muros. Nuestro campo para sembrar es vasto y nadie, además de nosotros mismos, sabe que también inventamos nuestra Tierra Prometida. Es allí donde sembramos.. En nuestros campos escarpados – sabemos cómo pisar las llanuras y las colinas- a cada instante nuestros antepasados nos cuidan y con ellos aprendemos a a travesar los caminos de piedras y flores. Y es de ellos también la enseñanza de que las razones de las flores son muchas. Ellas se adaptan a la habitación donde ocurre el parto, así como pueden ser la ofrenda para quien cumple el últimos viaje…

Nota: poemas versionados por Gustavo Luján


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