Un continente sometido que busca encontrarse y erigirse desde sus raíces y luchas. Un poeta que soñó liberar un pueblo y fue presidente. Un cantor que soñó curar almas y nos legó su música y poesía. Angola rebelde. Angola libre.
La historia del continente africano está escrita por la pluma de la tragedia. No se conoce mucho antes de la llegada de los portugueses a fines del siglo XV cuando buscaban nuevas rutas al Asia por el mar, bordeando el continente.
África es un continente atravesado por las cicatrices del colonialismo, las cicatrices que dejó la expansión planetaria europea de la “Modernidad”, a partir del siglo XVI para proveerse de esclavos para las minas y plantaciones de América.
Luego vendría la exploración del corazón del continente y el expolio de sus recursos: el marfil, el caucho, etc. A mediados del 1800 se impondría la doctrina desde los países europeos de llevar la “civilización” a los pueblos primitivos, una forma elegante de profesar la hipocresía.
En 1885 las potencias en la Conferencia de Berlín deciden repartirse al África, son así 14 países: Alemania, Imp. Austrohungaro, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Portugal, Rusia, Suecia-Noruega (cuya unión real subsistió de 1814 hasta 1905), Turquía y Estados Unidos. De todos ellos, Alemania, Francia, Gran Bretaña y Portugal se erigieron en actores clave a lo largo de la conferencia. Los pueblos africanos no contaron con ningún representante en esta conferencia.
Angola, colonia de Portugal, desde el siglo XV, en 1951 fue recategorizada como una provincia de ultramar, llamándola África Occidental Portuguesa.
A inicios de los 60, surgieron tres movimientos independentistas armados en Angola: el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA) y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), el primero vinculado al comunismo, el segundo a Estados Unidos y al gobierno apartheidista de Sudáfrica. Los tres movimientos tenían orígenes étnicos africanos distintos.
Una guerra de guerrillas terminaría en 1975, luego de la Revolución de los claveles en Portugal, con Angola logrando su independencia.
Luego de la emancipación, los tres movimientos independentistas se trenzarán en una guerra civil, con apoyos e intereses externos, por la lucha del poder que duraría hasta entrado el siglo XXI, dejando un suelo sembrado de muertos y minas antipersonales.
La colonización es el dominio económico, político y simbólico, esto último implica la imposición de la cultura e identidad del colonizador sobre el colonizado. Inicialmente en esas geografía se escuchó la lengua khoisan, luego la lengua de los pueblos bantúes, y a partir del periodo colonial con la imposición del idioma portugués, en la actualidad hay algunos intentos de rescatar las lenguas originarias con experimentos en la enseñanza inicial.
António Agostinho Neto, poeta y presidente
La literatura en lengua portuguesa de Angola, Cabo verde, Guinea-Bisao, São Tomé y Príncipe y Mozambique se afianza a partir de 1930 cuando surgen movimientos literarios nacionales, donde las producciones literarias se centraron en las reivindicaciones culturales, políticas y socioeconómicas. En este marco creció António Agostinho Neto, nacido en Angola en 1922, quien falleció en 1979 en la URSS.
Prácticamente al no existir universidades en las colonias, António Agostinho Neto como muchos de sus contemporáneos, tuvieron que estudiar en las metrópolis europeas, a partir de 1947, estudió física y medicina en las universidades de Coimbra y Lisboa, en Portugal, donde se doctoró en Medicina.
Comenzó por aquellos años su militancia a partir de sus primeros contactos con los medios nacionalistas angoleños. En esa etapa fue detenido en tres ocasiones por «actividades subversivas», especialmente por la publicación de poemas revolucionarios.
En 1955 participa de la fundación del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), regresó a su país a fines de esa década como funcionario del Servicio Sanitario colonial portugués y trabajó en un leprosario. En 1960, cuando se hallaba en plena consulta médica, es detenido por su militancia anticolonialista, fue encarcelado primero en las islas de Cabo Verde y luego en la prisión de Aljube (en Lisboa), de donde en 1962 escaparía a Marruecos con la ayuda de la oposición democrática portuguesa, recordemos que Portugal estaba gobernado por la dictadura de Oliveira Salazar (dictador fascista, como el de España, del “Deus, Patria e Familia”, que gobernaría de 1933 a 1968), Portugal recién dejaría este cruento régimen dictatorial luego de la Revolución de los claveles en abril de 1974, para entrar en la Democracia y situación que facilitó la independencia de sus colonias.
Regresando a 1962 nuestro poeta fue elegido presidente del MPLA, este movimiento -con Neto a su cabeza, adoptaría un ideario marxista-leninista- que había iniciado su lucha contra el poder colonial en 1961, pasó de ser una guerrilla acosada en la selva a convertirse en el ejército popular predominante, que se haría cargo del poder poco después de la descolonización portuguesa en 1974. El éxito de la lucha del MPLA estribó en la organización económica y democrática de los territorios conquistados, con especial énfasis en la educación.
Agostinho fue nombrado presidente de la República Popular de Angola en noviembre de 1975, fue partidario del alineamiento de su país con la URSS y Cuba y favorecido por el apoyo de los regímenes progresistas africanos. Nuestro poeta como presidente siempre fue solidario y prestó ayuda a los movimientos de liberación nacional de otros países africanos, mientras soportó diversos complots e intentó gobernar en medio de una guerra civil entre las distintas facciones, una guerra civil mucho más cruenta que la lucha por la independencia, debido a la intervención conjunta de Sudáfrica y los EEUU, quienes apoyaron a los movimientos de derecha.
Marc Soler, en su reseña del libro de poemas bilingüe a cuidado de José Agustín Goytisolo y X.L.García, sostiene:
La poesía de Neto refleja lo que era su visión del presente y el futuro de Anqola. Y su modo de hacerlo es singular. En palabras de sus traductores al castellano, lo hace «a través de temas cotidianos, de personas, de situaciones determinadas, pero con la virtud de hacerlos o convertirlos en símbolos de toda una nación, y de todo un continente también. No es un escritor panfletario, sino un poeta que hace y escribe la revolución, que encarna muchas ansias de libertad»
Diversos son los temas que a manera de constantes podemos encontrar en la lectura de los poemas de Neto. El primero de ellos es la «noche» o la «oscuridad», que representan la idea del «sometimiento, del subdesarrollo». Sus primeros poemas van llenos de estas constantes. El segundo y muy característico de la personalidad de Neto es la «esperanza» y no hace falta decir por qué motivos.
Las influencias en este caso de su padre y su madre, metodista y cristiana la otra, son decisivos. La tercera y quizá una de las principales constantes de Neto, sea, “la ausencia de sentimentalismo”. Las desgracias de su pueblo, mucho menos las propias, no son objeto de conmiseración o lamento. El cuarto aspecto que aparece en las poesías de Neto es “la descripción del paisaje africano con verdadera pasión”.
Havemos de voltar Às casas, às nossas lavras às praias, aos nossos campos havemos de voltar Às nossas terras vermelhas do café brancas de algodão verdes dos milharais havemos de voltar Às nossas minas de diamantes ouro, cobre, de petróleo havemos de voltar Aos nossos rios, nossos lagos às montanhas, às florestas havemos de voltar À frescura da mulemba às nossas tradições aos ritmos e às fogueiras havemos de voltar À marimba e ao quissange ao nosso carnaval havemos de voltar À bela pátria angolana nossa terra, nossa mãe havemos de voltar Havemos de voltar À Angola libertada Angola independente
Volveremos A las casas, a nuestros surcos a las playas, a nuestros campos volveremos A nuestras tierras rojas de cafe blancas de algodón verdes de maízales regresaremos A nuestras minas de diamantes oro, cobre, petróleo volveremos A nuestros ríos, a nuestros lagos a las montañas, a los bosques debemos regresar A la frescura de la mulemba a nuestras tradiciones a los ritmos y a las hogueras debemos regresar A la marimba y el quissange a nuestro carnaval debemos regresar A la hermosa patria angoleña nuestra tierra, nuestra madre Regresaremos Regresaremos A Angola liberada A Angola independiente Notas. Mulemba: árbol conocido como la “higuera africana” Quissange: instrumento musical, conocido también como kalimba
Luta Violência vozes de aço ao sol incendeiam a paisagem já quente E os sonhos se desfazem contra uma muralha de baionetas Nova onda se levanta e os anseios se desfazem sobre os corpos insepulcos E nova onda se levanta para a luta e ainda outra e outra até que da violência apenas reste o nosso perdão.
Lucha Violencia voces de acero al sol encienden el paisaje caluroso Y los sueños se derriten contra un muro de bayonetas Nueva ola se levanta y los anhelos se derriten sobre cuerpos inmaculados Y una nueva ola se levanta para la lucha y otra y otra hasta que de la violencia solo quede nuestro perdón.
Noite Eu vivo nos bairros escuros do mundo sem luz nem vida. Vou pelas ruas às apalpadelas encostado aos meus informes sonhos tropeçando na escravidão ao meu desejo de ser. São bairros de escravos mundos de miséria bairros escuros. Onde as vontades se diluíram e os homens se confundiram com as coisas. Ando aos trambolhões pelas ruas sem luz desconhecidas pejadas de mística e terror de braço dado com fantasmas. Também a noite é escura.
Noche Vivo en los barrios oscuros del mundo sin luz ni vida. Voy por las calles, tanteando contra mis sueños amorfos, tropezando en la esclavitud de mi deseo de ser. Son barrios de esclavos, mundos de miseria, barrios oscuros. Donde las voluntades se han diluido y los hombres se han confundido con las cosas. Camino por calles sin luz desconocidos pasos de mística y terror del brazo de fantasmas. La noche también es oscura.
Waldemar y su vieja Chica
Waldemar dos Santos Alonso de Almeida Bastos nació en enero de 1954 en la provincia de São Salvador do Congo. Su padre y su madre eran enfermeros y atendían a personas con lepra y tuberculosis.
Su padre, violonchelista y organista de la Igreja da Sé de Luanda, lo descubrió tocando las canciones de la radio en una concertina cuando Waldemar tenía siete años.
Luego en Luanda, la capital de Angola, de niño recibió lecciones de música y se dio cuenta de que sabía más de oído que de notas musicales, el siempre sostenía que Dios le había entregado ese don.
Las infancias en Angola en tiempos del régimen colonial portugués se caracterizaron por ser opresivas, y la música para un niño era una posibilidad de evadirse.
Cuando conoció la música de los Jackson 5 comenzó a tocar la guitarra y vinieron sus primeras actuaciones con conjuntos de baile, y viajó por Angola tocando con la banda rock, tangos y valses.
“Junto con lo que escuchaba de mi padre y las canciones que escuchaba cantar a mi gente allá donde iba, todo esto me dio un gran universo musical. Nací con la capacidad de componer con naturalidad y todo lo que tocaba y oía se retenía en mí y salía, siempre manteniendo la estructura de mi alma y el alma angoleña” sostuvo en una entrevista.
A favor de la independencia de Angola, a la edad de 19 años, fue encarcelado durante unos ocho meses por el policía político portugués, acusado de subversión. Fue estudiante de ingeniería eléctrica, pero nunca completó sus estudios. Tras la independencia, el 11 de noviembre de 1975, se exilió en Portugal para escapar de la guerra civil. Luego viajaría a Brasil donde en 1983 grabó su primer disco de estudio, Somos Juntos, con la participación de Chico Buarque entre los invitados.
Su álbum Preta Luz, de 1998, fue considerado por el New York Times como uno de los mejores de los 90.
Se casó y tuvo hijos, y sufrió el asesinato de uno de ellos en 1997
Ha trabajado y fue admirado por artistas como Chico Buarque, Dulce Pontes, David Byrne (de la mano de éste obtendría su reconocimiento internacional), Arto Lindsay y Ryuichi Sakamoto, entre otros.
Falleció en agosto de 2020, en Lisboa.
En la búsqueda de músicas, con mi hermana María, conocimos a Dulce Pontes, hace ya muchos años, y gracias a ella a Waldemar con Velha Chica, su compositor. Sin entender muy bien la letra de la canción se transparenta lo desgarrador del relato, y totalmente válida y trasladable a los lugares donde la violencia política genera injusticias e infelicidades a las personas, por ello es simple sentirse reconocidos en la canción, nosotros desde Latinoamérica por nuestra historia, donde en otros momentos y en algunos países todavía, hablar, cuestionar la realidad, militar políticamente podía o puede ser mortal y muchas veces la sentencia de cárcel, exilio o muerte. Por ello siempre, para que esos dolores no regresen, es fundamental tener presente y reafirmar constantemente la lucha por Memoria, Verdad y Justicia.
Vieja Chica Antiguamente la vieja Chica vendía cola y jengibre y por la tarde ella lavaba ropa de un patrón importante nosotros los chiquillos de la escuela le preguntábamos a la abuela Chica cuál era la razón de aquella pobreza de aquel nuestro sufrimiento mi niño, no hables de política no hables de política, no hables de política Pero la vieja Chica, inmersa en sus pensamientos ella sabía, pero no decía la razón de aquel sufrimiento mi niño, no hables de política no hables de política, no hables de política El tiempo pasó, y la vieja Chica más vieja se hizo solamente hizo una cabaña con techo de cinc, con techo de cinc mi niño, no hables de política no hables de política Pero quien ve ahora el rostro de aquella señora de aquella señora solo ve las arrugas del sufrimiento, del sufrimiento, del sufrimiento Ella ahora solo dice: mi niño, cuando muera, quiero ver a Angola vivir en paz! mi niño, cuando muera quiero ver a Angola y el mundo en paz!
Waldemar Santos, un compositor angoleño que reconocía sus raíces musicales como hijas de un sonido afro-luso-atlántico, esto sería en el afropop, el fado portugués y la música brasileña, donde sus obras están marcadas por su vida.
En una entrevista de 2016 decía. “Me metí en la música por el encuentro con la belleza. […] Cuando una persona tiene esto como cierto para sí mismo, los demás eventualmente lo sentirán.»
Fotos interesantes que pueden usarse ver:
https://www.samuelzuder.com/65-angola
Waldemar Bastos y Dulce Ponte, Velha Chica.