Una lectura de ASIA/DESDE – primer poemario de Marina Petersen, publicado por Falta Envido Ediciones, 2022.
Partir es dar pasos fuera de la habitación
con el hilo. El mismo hilo.
(C. Maillard)
¿Vale comenzar mencionando las anotaciones que hice en los márgenes de este primer poemario de la autora Marina Petersen ASIA/DESDE? Su recorrido nos lleva a lugares de la cultura oriental que en lo personal son de cierto desconocimiento. Entonces, la lectura de un poema fue detenerme en la particularidad de una palabra y en su referencia, los signos de lo que se quiere aprehender. Los viajes que me permite la poesía. Como me animaría a adivinar se suspende la mirada de la autora, ante una ciudad nueva, un paisaje, y su templo, como si pudiera haber un solo templo.
En un mundo inmerso por una arquitectura sagrada, la voz poética de este poemario, no intenta creer o dejar de creer. Con sencillez, acontece dentro de sus posibilidades en un territorio que le es extraño. Su voz no pierde la extranjería, es un aspecto de lo transparente, de los ruidos que se escuchan, de lo que se desboca. Las ofrendas, los deseos, las despedidas, se lanzan al mundo, como alimento de los cuervos.
Enumeraciones que no tienen raíz, como si quien fuera extranjerx, no tuviera lugar del cual viene, sino tránsito en el que deambula la búsqueda, y el alivio. Porque en cada cierre de un poema, algo descansa. Y el silencio, una madera entre los bosques, el ruido de las ramas, apenas lo sugerido, desconcierta, cubriéndose o protegiendo el dolor que no se aprende, sino que es llevado en el rostro de cada objeto que se observa. Me pregunto entonces ¿quién existe a quién? Lo que se mira, lo que sucede sin nosotros, el cuerpo que escribe como si trazara un mapa turístico por los puertos, el agua, las voces del poema, lámparas que flotan hacia los atardeceres. La contemplación ¿nos alivia?.
En cada poema los objetos extraños trazan el camino, las cenizas también. Los gestos de las ciudades se abren en la búsqueda de alejar la lengua, el idioma, para intentar captar símbolos nuevos, porque un duelo se nombra, nombrando otros. Me pregunto así, si el duelo ¿es comunitario, o es íntimo? ¿y si lo íntimo fuera colectivo?
“Tomar lo necesario / descartar lo demás / el secreto / que en los túneles / en los arrozales / en la jungla / cobró vida”.
Dejar ir, para encontrar lo vital de lo que se va. En los poemas, se dibuja una cultura que parece encontrar otros caminos en la muerte. Una muerte que es el presente mismo. Las despedidas que acompañaban a ocurrir la vida de una sociedad: los altares, las flores del ciruelo, las hojas desplomadas, construyen la fe. ¿Cuál fe? Parafraseando a la autora “En la búsqueda se pierde el destino”.
Acontece la lluvia en el poemario de Marina y una madre juega con un paraguas cerrado, un espejo de agua ahoga los talismanes, y las mujeres no son un refugio, son la propia intemperie. En sus mismas vestiduras, yukatas, obis, kimonos, ofrecen sus pasos, como si caminaran por el bosque, masticando dulces.
Selección de poemas:
Jetlag La luz del día empieza a construirse cubre todo amanezco sin poder creer que estoy acá, que llegué la avenida detrás del hostel fluye ahogada en ruido mis sentidos se confunden: una lluvia en camino que nunca llega. Florecer Puente hacia el centro del agua rebotan mosquitos y libélulas sobre el oleaje diminuto un tamarindo y una stupa se desdoblan. Demasiados Tokugawas Crecen tumbas monolitos mausoleos crecen como crisantemos. Fushimiinari taisha Fuera de este pequeño altar -templo alguna vez improvisado- lo que a todos les importa: puertas naranjas que se repiten acá cadena de grullas encastradas de origami humo permanente atravesado por una luz que no salva a nadie velas prendidas desde la eternidad el graznido de los cuervos que descansan sobre las lápidas y comen las ofrendas como si fueran para ellos por fuera del arco del mundo árboles llenos de deseos atados hojarasca caída espacio casi prohibido un espejo de agua ahoga miles de talismanes. Nigatsu-do Una escalera techada con maderas renegridas nos guía una caída de agua un cajón lleno de tablillas una plataforma desde la que se ven los techos de los alrededores un manojo de telas brilla contra el cielo aburrido y calla colgado de una campana. En la búsqueda se pierde el destino pero se encuentra refugio de la lluvia. Reclusión Me gustaría decir que luego de hacer el camino con más curvas del mundo en una combi llena de australianos que solo querían drogas y prostitutas recorrí bajo el verano y la humedad todo aquello que debe ser recorrido que hice de todo algo digno y no que permanecí más tiempo del necesario llorando a mi padre muerto y al amor que tenía que dejar morir dentro de la habitación a oscuras en un continente desconocido que recién me permitía habitarlo cuando el sol caía.
Marina Petersen nació en Tandil, en 1982. Vivió por todos lados, viajó por otros tantos. Vive en Tandil desde donde dirige Pinos Oscuros Edizines, editorial artesanal, focalizada en traducciones de poetas no publicades al español. Hizo talleres de escritura con Patricia Ratto y Natalia Litvinova. Lleva adelante el proyecto “poesía y vinitoh”, un perfil de instagram en el cual marida vinos con libros de poesía. Asia/Desde (Falta Envido Ediciones, 2022) es su primer poemario.