Poemas del libro Poeta surfera y otros éxitos (Editorial Nudista, Córdoba, 2018)
POETA SURFERA
De pronto mirando a los que hacen surf desde la playa me dan ganas de aprender. Conocería de cerca ese mundo y me convertiría en una poeta surfera. Me compraría una bikini Reef o Rip Curl y averiguaría la música que escuchan. Entonces me acostaría en la arena sobre el toallón olvidado por los surferos en una baranda del parador cuando ya no había nadie nadie y que no nos animamos a robar todo envuelto por la noche y por la bruma marina. (Después vino el camión de la basura y se lo llevó). Y ahí, así, al día siguiente –hoy- en la playa con mi bikini Reef o Rip Curl y mi toallón de diseño específico escribiría poesía mirando las olas bastante violentas que son las mejores, las que más te sirven. Y surfear.
DE LA FELICIDAD JUNTOS
A veces cuando escucho un tema power divertido que tiene tu onda, que me gusta, que suena como vos, reggae hiphopero contestatario punky electro progre fusión me imagino que lo bailamos juntos en medio de una fiesta, lo bailamos como con cierto frenesí y siento que eso nos une un montón cuando estamos ahí. Que irradiamos tanta conexión que los otros invitados de la fiesta se quedan algo quietos y desde donde están nos miran y entienden que ese momento cuando me lo imagino es como el pico de una felicidad con alguien. De una felicidad con vos. De la felicidad juntos.
DEPRESIÓN FULMINANTE
En Jujuy hay una banda de metal que se llama Depresión Fulminante. (No sé si hacía falta aclarar que es una banda de metal). Dark doom industrial. Cuando veo sus videos en Youtube compruebo que mi vida es una vida normal. No como la vida de los de Depresión Fulminante, que tienen temas como “No hay retorno” o “Introducción a la desesperación” y en su página de Facebook ponen: Del vientre de la Oscuridad, la Soledad, el Dolor, la Violencia, el Sexo y el Descontrol nace DEPRESIÓN FULMINANTE. (Literal). Alguna vez cuando me sienta mal (y yo me entere) los voy a ir a ver así me alegro un poco. (Habría que ver si me dejan pasar).
Poemas del libro Quinotos al whisky (Intravenosa Ediciones, Jujuy, 2008):
LOOSER
Otro sábado a la noche más
y yo en chancletas
sacando afuera
la bolsa
de la basura.
Me miro en el espejo del baño y alguna vecina canta una canción de La Oreja de Van Gogh.
Bastante bien…
(Para ser una vecina…)
Ya me comí todos los sugus.
(¿Valdrá la pena esperarte tanto?)
Quiero subirme a un colectivo que viaje y viaje y viaje. Pero que yo no me canse y que nunca pare. Que viaje. Y yo sentarme al último y que nunca lo choquen de atrás. Y mirar el paisaje que siempre cambia. Que nunca lo choquen de adelante ni de atrás. Que nunca pare. Que viaje. Pero que yo no me canse. Y no tener que bajarme en ningún lugar. Y que el paisaje cambie. Quiero subirme a un colectivo que viaje. Que nunca pare.