Sin dudas, como el autor lo anuncia en el título, se trata de mensajes. Es lo que en cada poema subyace, como andadura y sostén, la existencia de un emisor y un receptor. Esos mensajes, de a ratos, toman la forma de un monólogo mantenido con un amor ausente o consigo mismo; se sostienen con la reserva propia de esas conversaciones, ofreciendo el espacio imprescindible que se requiere para poner a prueba nuestras propias ideas y emociones.
A la conversación —ese precioso arte efímero— la van componiendo textos de carácter íntimo que, como el mensaje, exige al menos dos: el que habla y el que escucha. En este libro encontramos que el propósito es que los que escuchen sean al menos tres: el otro ausente que hace presencia en el recuerdo, en el reproche, en la protesta; el poeta, atento a los efectos de sus reflexiones, en procura de palabras que moldeen su intención, y cada lector que se disponga a recibir este ida y vuelta incesante de palabras, experiencias y emociones.
Este ida y vuelta, caracterizado por la sencillez y por la transparencia del lenguaje —lograda a través de la reelaboración del habla cotidiana—, consigue expresar una sensibilización de la palabra en aquellos tramos donde el poema alude al amor. Es ahí donde el deseo se realiza en ella, donde el cuerpo hace memoria. Otros poemas breves interrogan, sintetizan admirablemente una multitud de experiencias vividas y, a modo de los aforismos, intentan dejar sentado algún principio o un pensamiento profundo —resumido brevemente y con estilo— expresado en forma coherente, sucinta, en pocas palabras, siempre matizado con un ligero golpe de ingenio.
El amor, sus lazos ineludibles con el tiempo, con el olvido, con la nostalgia, con el dolor por la ausencia; sus marcas que perduran, que perturban, conmueven, opacan o iluminan nuestra razón son temas vitales para todo ser humano. Dichos tópicos dan contenido a estos mensajes, que se ofrecen al lector para que encuentre afinidad entre su experiencia y los versos, para establecer contacto con una obra con la que se vincule afectivamente y que lo ponga en comunicación con el autor y consigo mismo.
Palabras del autor
Este libro nació como una promesa realizada hace nueve años.
Hoy, finalmente, ve la luz con un claro objetivo: cumplir con la palabra.
Todos los títulos de los poemas se encuentran al final de cada uno de ellos. La finalidad es que cada lector pueda construir su propio concepto, sin la influencia previa de quien escribe estos versos.
Selección de poemas:
Los olvidos del olvido dan forma a la memoria. Son sus esquinas, sus pliegues, las arrugas. Memorandum
Me sacaste de los agostos perpetuados en el pecho, de tormentas de ayeres que llevaban siempre a ningún lado, de turbulentos aquelarres de azufre y astracán, de las noches que nacían al llegar a casa y asfixiaban hasta oscurecer todas las mañanas; de los octubres otoñales que tenía encarnados bajo las uñas después de haber escarbado, de punta a punta, el jardín, en busca de algún mísero recuerdo que me permitiera hacer una proposición válida para el axioma que me dice que tenía que empezar a olvidar. Teoría de los malos recuerdos
… ¿Cuántos espacios nos quedan detrás de estos puntos suspensivos? ¿Cuántos nuevos intentos habrá de versos fallidos antes de que tu final marque un nuevo principio? Dudas
Cuando amanecí se me estaba haciendo junio diciembre. Un rato después, y a pesar de los pesares, ya primavereaba de nuevo. Extemporáneo
Sesenta puñaladas caben en un minuto, un poco de arena en la garganta y dos rías, una por lado, que añoran volver al mar. Congoja
Los escritores son sólo intérpretes de una trama siempre ajena que los lectores van llenando de contenido. El revés de la trama
Vamos a sangrar todo lo que la cuenta pida, y más también. Las gotas nunca deben ser numeradas. Tenemos que aprender a llorar mares, a aflojar las muelas de la risa y a gritar hasta cambiar la voz. No es justa la medida. La norma, siempre, ahoga, hasta con bandera celeste. Que nadie nos prohíba los baños. El mar no es exclusivo de las caracolas. Los bancos de arena tienen enterrados tesoros, más allá de la rompiente. Diáfanos y repetidos sueños que nunca fueron cumplidos. Sueño de piratas
El viento, el tren y la luna. Todas, pero todas las palabras —desde que naciste— traen a mí tu nombre. Eva
Leandro Murciego nació en Buenos Aires en 1970. Es poeta, escritor, coach literario, gestor cultural y periodista del diario La Nación. Autor del libro Identidad (2015, Por el ojo de la Aguja, Estados Unidos) y de Mensajes de texto (2023, Halley Ediciones, Argentina). Creador del blog Poesía a Mano alzada (premio al mejor blog literario/cultural de Argentina y Uruguay, en 2016). Conductor del programa radial literario Noche de Letras 2.0 (logró 7 distinciones nacionales e internacionales). La más reciente: Mejor programa de radio on line literario 2022 con Noche de Letras 2.0. Participó de más de 10 antologías de Argentina, Chile, Estados Unidos y Francia. Desde 2020 sus textos poéticos vinculados con derechos humanos forman parte de la currícula de lengua castellana en las escuelas medias de Francia. Y su poema «Nunca más» integra el libro escolar de español Dilo en voz alta, Tle. Actualmente, está escribiendo un libro sobre procesos creativos y, además, está preparando la publicación de dos nuevos poemarios Intimidades poéticas y Meta-poesía.
Una idea sobre “«Mensajes de texto», un libro de Leandro Murciego”
Muchas gracias por darle lugar a mis “Mensajes de texto”