Poemas de Gaetano Maximiliano Tornello

1

destruyo mi habitación gustosamente
el atrapasueños del placard
los afiches pintados
los ayuda memoria de la salud mental
la hoja con los gastos mensuales que no puedo costear

la estampita de Susy Shock me mira
perdón le digo
hoy
todo se quema

diamante de mi propio crear no he llegado a ser

los autos pueden entrar por la ventana
con sus ruidos de mil motores
que entre cualquier virus a este organismo
ya renunciado
no voy a resistirme

miré las heridas del techo mucho tiempo
mi nombre ya no abarca ni protege

mi psicóloga una vez dijo
toda construcción necesita destrucción

que pasen entonces
pueden llevarse mis intestinos
los mosquitos van a gritar como gorriones
afuera del nido
porque el humo abraza
todo lo que no quiere irse

hoy renuncio a la idea de capacidad poética
voy a ser asesinado por mi propia lengua
y nadie puede evitarlo

no soy el hijo del valle
no nací bajo algún plexo solar
no me crie en la altura del árbol

destruir
deconstruir
todo conduce a lo mismo

ver
que los ojos dislocan el alma
que el viento no suaviza mis fronteras-cuerpos

los muertos caminan sobre mi cara
inmersa ahora
de todas mis formas habitadas
mis ancestros
los jardines
la lejanía interna que ataca lo viviente
mi todo yo corta voz.

2

a veces monstruodeidad
sensualidad desbordante
que ya no percibo
como ajena

obscenidad parlante
carne sangrante a la espera

lengua
hecha bomba

performance
pesadez humana
sobre la tierra
que habito

herida
desierta

yo
lirica movediza
sísmica

miro el cuerpo entregado
y afirmo
sus misterios.

3

y así
cada vez que creo estar
acostumbrándome a la ciudad
me sorprende la mudanza
que ya no es externa
adentro todo muta
constantemente
intento ubicar los muebles para sentirme cómodo
me coloco en cada esquina
quiero percibirme
en lo sólido
estoy bien en mi soledad autopercibida
pero también aprecio el abrazo que rodea
lo que el cuerpo no comprende
y así
cada vez que creo estar
acostumbrándome al día que llega
me sorprende la honestidad del tiempo
pinto sobre papel madera
una especie de maceta
y soles que rodean lo naciente
mi cuerpo es un cielo despejado ahora
las palabras crean posibilidades
los sonidos ahuyentan
las presiones
de afuera
hace tiempo que camino sobre transformaciones
mis manos son dos árboles enormes
mi voluntad puede crear caricias
hasta en los rincones más sangrantes
me encuentro hospedado
pero lo que escuece ya no es síntoma
ahora
florecen mis costados desde el silencio
ya no necesito tener voz
mi rostro irradia el lenguaje de lo verdadero
adentro todo muta
constantemente
a
montañas
soles
rutas.

4

por la ventana llegarán las luces
transformadas en llovizna
el alumbrado público es lo único que
marca las noches de la ciudad
la iluminación es demasiado amarilla
mueve mis pupilas
las hidrata
bloquea mi cuerpo
ya no puedo pensar en otra liviandad
el viento traspasa mis fronteras
por la ventana llegarán las luces
del cielo inmenso
del campo capitalizado
los edificios van a levantarse
para construirme puentes
cruzaré
sin mirar el camino
lloraré
algún día
por la ventana llegarán las luces
me acompañará el anhelo de la montaña verde
el sueño infantil del jardín
la caricia del reflejo
mi desnudez
sumergido en la lluvia
podré mirar al suelo
y decir
estoy
acá. 

5

soy valiente
contemplando el desierto en un árbol
la soledad del río
del pueblo
del nacimiento
conozco el extremo de las sensaciones
los ojos que omiten el reflejo de lo que sucede
extremidades que hablan
con el lenguaje de lo tangible
yo intento estirarme en la lucidez
cultivar mis cambios en las nubes
aceptar las variaciones de la voz
soy valiente
alguna que otra vez
pude admitir la carencia de mis palabras
mi inexperiencia vital
cederme un momento para yacer
en el silencio que habito
sentado en algún pedacito de tierra 
desde acá puedo observar todo
el cielo inmenso que cae sobre nosotros
las personas que caminan velozmente
en una ciudad llena de humo
de pánico
de ausencias
como la noche he muerto
para levantarme junto al sol
que llega
a humectar los restos de nuestros cuerpos
como la noche yo he muerto
y supe revolver mi interioridad
mi carne
mi carne que es el reflejo de la humanidad
o lo que queda de ella
pero soy valiente
alguna vez
pude bailar en la mañana vasta
oler las hojas de burro
pedirle al agua depuración
comer frutas con el goce
de quien no se ha nutrido en mucho tiempo
como la noche he muerto
y como el sol soy valiente
me he invocado
bajo este cielo asesinado
y así como la luz aparece
puedo sentirme emerger desde el fondo de la tierra
yo
valiente
devoro al aire
con la fuerza de un huracán personificado.

Soy Gaetano Maximiliano Tornello, tengo 19 años, nací el 07 de junio de 2001. Crecí en un pueblito de los valles llamado La Viña, actualmente resido en Salta capital donde estudio el profesorado y licenciatura en letras en la Universidad Nacional de Salta. Cuando no me encuentro sumergido en lecturas académicas y literarias, escribo poesía y organizo un evento llamado kuni ciclo de lectura de poesía y música en la capital salteña. Este espacio cultural vio la luz recientemente, a principios del 2020 y cuenta con dos ediciones realizadas en la Usina Cultural de Salta y una edición virtual. En cuanto a mi trabajo poético, pueden leerme en Instagram (@gaetano_tornello), donde se encuentra el link para acceder de forma gratuita a mi pequeño librito de poemas titulado cómo abrazar el cielo y otros dolores; también estoy presente en la antología Letras argentinas de hoy 2017, editada en Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la editorial De Los Cuatro Vientos. Por otro lado, gran parte de mi labor artística se vislumbra en las lecturas de poesía que realizo de vez en cuando en las ferias autogestivas. Espero que nos encontremos algún día.

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