Damos vuelta la última página de un libro, lo cerramos y lentamente levantamos la cabeza para reposar de la lectura. Quizá cerremos los ojos y respiremos pausado. Y si la lectura no ha sido en vano nos podremos preguntar: ¿A qué vino uno al mundo? Claro, las respuestas son infinitas, como nosotros. Claudio Revuelta, autor del poemario Saywas del arenal, vino afortunadamente para amarlo. Se trata, podríamos decir, de un álbum de poemas y fotografías que mira desde el verso la aridez de Bañado de los Pantanos, una localidad muy pequeña al norte de la provincia de La Rioja. Aquí el poeta nos muestra su enamoramiento con las primeras capas del mundo, donde la intervención del hombre y sus herramientas aún no ha dejado mella suficiente que arrase con “el arenal, lienzo ondulado donde escribe la pluma del viento”.
Lo que el poeta sí sabe es mirar desde adentro este paisaje/geografía. Ese saber, que yo entiendo como una forma de amor, es también un modo de construir conocimiento que traduce por tres vías entramadas en su libro: la etnografía, la fotografía y la palabra poética. En realidad, es su mirada de etnógrafo la que va hilvanando lo que captura la cámara y el poema; va cazando saywas que en la cultura incaica eran señales o mojones para marcar la tierra o caminos asociadas al movimiento solar.
Es un espacio tiempo donde lo virgen convive con la mano humana en un diálogo respetuoso. Y en ese diálogo nace una exploración poética de la aridez que Claudio, quien además es licenciado en arqueología, abraza con mucha intuición junto al arte de la fotografía.
Qué sé yo
como cae el sol en Iruya,
pero en estas ruinas
la tarde muerde el arenal
con una flor del aire
ceñida a los tamarindos.
Aquí y ahora, en el arenal de un pueblo bien adentro, en el medio de la nada, Claudio reconoce saywas de vida, asume la etnografía como una de manera de comprender mejor un mundo propio en relación con los otros; y esta vocación, poco fácil, se funde con la búsqueda poética y surge la poiesis: se produce un saber, se crea algo, se pasa de un no ser a un ser.
En la escritura
quiero ramas.
Quiero alguna palabra
como la quescha espinuda;
(…)
quiero la tierra
que goza humedecida
en los rastrojos;
quiero el Río Colorado
en la garganta
(…)
Los ojos del poeta piden ver de dentro, buscan pronunciar la palabra que sea uno con este espacio, pronunciar la fusión entre la aridez y la lengua.
Yo miro la luz
asirse desesperada
de las ramas,
(…)
La piel del sol
apaga su farol espinado
con un grito.
Otro poema dice:
La mano del árbol
sueña un niño despierto
entre sus dedos.
Poiesis en las saywas. En el taku, algarrobo erguido para la sombra y el amparo, en la cruz que clavada en sus ramas ahuyenta los rayos de tormenta, o en las casas de palo a pique que perviven en la aldea. Mojones que respiran entre verso e imagen tiñendo de un cálido marrón la habitación donde leo.
Por eso las fotografías de Claudio tienen una virtud: abrazan un retazo de vida y lo dejan fuera del tiempo: la toma del río San Isidro sucederá siempre; o la Dionisia montando un caballo nunca dejará de atravesar el horizonte.
Estas Saywas del arenal se nos ofrecen como una árida constelación de seres, objetos e historias que han sido escritas para ver. El poeta escribe para ver/aprehender y nos invita a caminar sus páginas hundiéndonos en su misma arena:
Una paloma
escribió en la arena
como si fuera
mi corazón.
Intento comprender
su poesía impresa
entre las espinas
del algarrobal.
Claudio M. Revuelta nació en Córdoba (Capital), en mayo de 1978. Vive en La Rioja desde los cinco años. Casado con María, papá de Isabela y Paulina. Lic. en Arqueología por la Universidad Nacional de Catamarca (UNCa). Docente e investigador en la Universidad Nacional de La Rioja y en la Universidad Nacional de Chilecito. Becado por el CONICET y el FNA (Beca Creación 2021 y 2023). Miembro del Centro de Estudios e Investigaciones en Antropología y Arqueología (CEIAA), de la Red de Información y Discusión sobre Arqueología y Patrimonio (RIDAP) y de la Cooperativa de trabajo en Arte y Comunicación AMALAYA. Recibió algunos premios y distinciones en certámenes literarios. Publicó en diversas revistas y antologías. Es autor del poemario Pasacanas en la siesta (Plano Editorial, 2021), Mención Especial del concurso de la Feria del Libro de La Rioja (2020) y Saywas del arenal (Puerta Roja Ediciones, 2024).