Zaida Kassab –Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes– es la directora de la serie audiovisual que enlaza la poesía contemporánea del noroeste argentino a la lengua de señas. En vísperas de su estreno en el 17° Mayo de las Letras recogemos esta bitácora, para evitar su extravío.
Poder llevar adelante un proyecto audiovisual, de por sí, plantea varias y diversas dificultades. Ser parte de uno implica grandes satisfacciones. Debates y dicotomías en el hacer cultural que muchas veces enfrentamos.
A fines de 2019, Zaida Kassab -artista multifacética e inquieta- resulta ganadora de la Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes con el Proyecto Manus. En qué consistía el mismo? Manus proponía una serie de videos, cortos audiovisuales, donde diverses poetas del NOA recitarían alguno de sus poemas en lengua de señas. La particularidad radicaba en que la obra sería dicha en LS directamente por le poeta y que, a su vez, este sería grabado, filmado, en su provincia. Algo maravilloso sin dudas. Pero al mismo tiempo un reto: un conjunto de partidas que debían encararse en la mayor brevedad posible.
Llegó el 2020 y, con él, el enemigo invisible: Covid19. Pandemia, Aislamiento. Distancia. Fronteras cerradas. Imposibilidad de traslado fuera de Tucumán. Había que esperar, no quedaba otra salida.
El encierro no detenía el trabajo. En este período se tomó contacto con diverses escritores, poetas de la región: Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja y Tucumán. Empezaba un proceso de selección de material y a la vez de traducción que debía ser llevado adelante. Llegan en esta instancia las piezas fundamentales de este engranaje: El Coro Acortando Barreras y sus integrantes: Antonella Tapia, Cristina Dubois, Fernanda Figueroa y Soledad Argüello. En ellas recaía la traducción de cada texto. Este largo trayecto implicaba aproximaciones que muches no había realizado jamás, todo mediado por la virtualidad, las distancias, correos, wsp, mensajes, videos que van y vienen, aprendizaje, contacto primero, apropiación de esa lengua otra.
Un largo año de incertidumbre y resistencia. Llega el verano. El 2021 y la flexibilización con respecto a la movilidad. Había que partir urgente para grabar.
La primera posta sería Catamarca. Llegamos antes del amanecer. Caminamos desde la terminal a una plaza cercana en esa provincia que no conocemos y donde las casas bajas y el viento nos reciben de la mejor manera. Instalados, a las pocas horas partimos a la primera grabación, charla, descanso, paisaje nuevo, poetas que solo conocíamos a la distancia y que ahora nos conducen por su tierra, por su lugar. Al día siguiente, ya con las grabaciones, partimos a La Rioja. Nuevos encuentros. El calor nos quema la espalda, nos movemos a pie la mayoría de las veces –casi siempre-, cámaras a cuestas. Baterías cargadas. Tarjetas de memoria. Trípode. Dos días después estamos de regreso y planeamos la segunda etapa. Una semana más tarde estamos camino a Salta. Equipo multitareas de dos personas donde caben todos los roles.
Salta fue la estadía más larga, kilómetros caminados, recuerdos de infancia, preguntas que siempre surgen cuando te duelen los pies pero no te detenés. No estás acostumbrade a hacerlo. Se hace todo lo que haya que hacer con lo que hay y lo que no hay se lo inventa, se lo construye. La experiencia siempre nos dicta de esa manera ese soplo sentencioso al oído. El equipo parte desde La Linda rumbo a La Quiaca. Llegamos por la mañana, pleno carnaval. Hay poco movimiento, no hay trasporte. Debemos llegar a Yavi. Llegamos. Ya lo dijimos, lo que no hay se inventa. Solo permanecemos un día y medio. Una vez instalados, a las pocas horas estamos grabando. Hay que regresar. Detalle: es feriado y no hay con qué. Cargamos mochilas y equipos, estamos varados. Emprendemos el camino que separa Yavi de La Quiaca a pie. Kilómetros varios bajo ese sol que no calienta pero que te va dorando vuelta y vuelta a la vera de una ruta donde no hay ni un solo árbol. Sube y baja, sube y baja otra vez. Caminamos y a las horas llegamos. A la noche partimos rumbo a San Salvador de Jujuy y pasamos del sol del mediodía a un frío descarnado y lluvia con granizo, estamos refugiados en esa terminal lejana en un banco de piedras con otras personas que esperan el micro que llegará de madrugada.
Arribamos a S.S. de Jujuy, solo unas horas, las suficientes para aprovisionarnos de chuño, maní y especias varias. Almorzamos en el mercado, de pie. Humita, empanada de queso frita, tamal y así.
Nos queda solo una salida más: Santiago del Estero. Llueve, pero a la media hora de haber llegado empezamos a rodar. Una mano para la cámara, la otra para el paraguas. A las 16 ya terminamos con todas las grabaciones, no almorzamos. No es la primera vez. Siempre hay tiempo después.
Solo nos queda Tucumán. Tierra conocida, en parte, pero siempre hay lugares escondidos y tras la cámara cada lugar es nuevo. Pasan los días y se va terminando el rodaje. Mientras este fue avanzando, otra etapa, la edición –la más dura- ya se activó y las horas se pasan frente al monitor. Se duerme poco. Se hace mucho en silencio. Llega el otoño y el agua fresca se reemplaza por un cafecito. Lógico que entre mate y mate, porque mate siempre.
El Manus, un proyecto descomunal. Se concluye, en parte, en abril del 2021. Cuenta en principio con 24 videos de distintes escritores del NOA. Se han realizado diversos viajes relámpago. Dormimos como pudimos, donde se pudo, comimos lo que había.
Hoy, mirándolo un poquito más de lejos -oteando por arriba de la tapia como si fuera ajeno- solo me resta agradecerle a Zaida Kassab, como directora y productora general, por esta demencia que no podría haberse terminado si este equipo no fuese una piedra de calle. Cuando estás acostumbrado a levantar cosas partiendo de la nada misma, todo el resto es un avance.
Manus se lanzará en este 17° Mayo de las letras. Luego, a lo largo de los meses, se irán estrenando los videos de cada poeta.
Esto termina? Quién sabe. En principio no, para los delirios siempre hay un paso más.
