La invención de la escritura a través de los siglos. Un territorio en conflicto. Un lugar que no es para las mujeres. Una poeta analfabeta que se resiste a olvidar sus poemas.
La invención del alfabeto
En los relatos míticos el primer hombre fue modelado en barro por los dioses y resultó díscolo. Esta idea está presente en civilizaciones de distintas geografías. Lo que sabemos con certeza es que la escritura si comenzó en el barro y así nos transformó en dioses creadores con memoria.
Los antiguos en la Mesopotamia tomaron pedazos rectangulares de barro y crearon un estilo de escritura a base de hendiduras con punzón de madera en arcilla blanda. Luego el fuego preservó las marcas, el agua ya no podría borrarlas. Esta escritura cuneiforme, guardaría la información comercial inicialmente, luego contaría historias increíbles.
Nos llegaron en cuneiforme los primeros versos preservados de la humanidad, son de una poeta que era sacerdotisa y princesa, llamada Enheduanna, hija de Sargón el Grande, emperador del territorio que actualmente es Irak. De ella nos llegaron, en tablillas de arcilla, varias de sus obras religiosas que guardan alabanzas a las diosas de la luna y al amor.

Por aquellos tiempos los egipcios desarrollaron la escritura jeroglífica que al igual que los chinos contenían miles de caracteres para su sistema de escritura.
El alfabeto parece haber sido inventado por trabajadores semíticos en Egipto, intentaron reutilizar los jeroglíficos para su propio idioma, creando así la escritura proto-sinaítica. Los estudiosos encontraron, en la península del Sinaí, las inscripciones de clara influencia jeroglífica, estas pruebas recuperadas a inicios del siglo XX eran el eslabón perdido para entender la evolución del alfabeto, donde se dividen las palabras y las sílabas en fonemas, el conjunto de sonidos fundamentales que sirven como bloques de construcción de un idioma.
El proto-sinaítico pronto influyó en otras lenguas semíticas, siendo el precursor del alfabeto fenicio, que se usó en el área del actual Líbano y base del árabe, el cirílico, el hebreo.
La cabeza de un buey, caracter del proto-sinaítico que evolucionaría en griego para ser alfa, la tatarabuela de nuestra A; el dibujo de olas (agua) del proto-sinaítico el antepasado de nuestra M; el dibujo de una cabeza humana de perfil se transformaría en la ro griega para luego ser nuestra actual R. Puede rastrearse, así, cada ADN de las letras de nuestro alfabeto.
Los 22 símbolos del fenicio viajarían hacia el oeste a lo largo del mar Mediterráneo. Luego los griegos los adoptarían, dando el primer ejemplo completo de un alfabeto (el término que lo define deriva de las dos primeras letras del idioma griego, alfa y beta). La bella Grecia haría la mayor contribución: la adición de las vocales.
Con el tiempo, el alfabeto griego llegaría al corazón del naciente Imperio Romano, surgiendo así el alfabeto latino que se esparciría por Europa y logrando la expansión mundial gracias a la colonización europea, transformándose en la base muchos idiomas, incluso del alfabeto cirílico (utilizado por el ruso y otros idiomas en Europa del este y Asia central) que desciende del griego.
Este largo viaje de miles de años nos posibilitará guardar la memoria de parte de la humanidad y nos permitirá dar pasos sobre los escalones construidos por los ancestros para mirar más lejos.
Cachemira, territorio en lucha
El conflicto entre India y Pakistán es una de las crisis fronterizas más largas sufridas desde el fin de la segunda guerra mundial, desde 1947 estos dos países se disputan la región de Cachemira, una región de valles y montañas en el corazón del Himalaya. Los cachemires, musulmanes en su mayoría, cuyo territorio está separado en dos por la línea fronteriza, reclaman su independencia sobre todo los que viven en la parte administrada por Nueva Delhi, capital de la India. Desde 1989 los separatistas cachemiros llevan una guerra contra las Fuerzas Armadas Indias y estas responden con una represión violenta sobre ese territorio densamente militarizado.
El origen del conflicto de Cachemira es producto del fantasma que deja la presencia colonial Británica, que al retirarse de la región decidió conformar Pakistán con la población musulmana e India con los no musulmanes. Cachemira quedó, entonces, para India por decisión británica como una barrera ante potenciales invasiones de Rusia o China a India.
Los valles de Cachemira son regados por las aguas de deshielo de las eternas nieves del Himalaya, es una tierra fecunda para el maíz, el arroz, las manzanas, las cerezas y el azafrán entre otros frutos de la tierra.
Cada vez son más jóvenes los hombres que se enrolan en las fuerzas independentistas. Las mujeres de Cachemira, acostumbradas a ser desmesuradamente discretas, lloran a sus hijos, hermanos, maridos, padres muertos en la lucha independentista, muchas veces no respetando el toque de queda son estas mujeres las que entierran a sus muertos, son ellas las que cavan las tumbas en la tierra, ellas cubiertas con sus velos coloridos, esos mismos velos, símbolo del sometimiento al purdah, una práctica vigente en sociedades islámicas del sur de Asia de ocultarlas al mundo y, sobre todo, a los hombres que no sean parientes directos.
En un territorio en conflicto la impunidad en general es lo común, y las mujeres de Cachemira además del sometimiento del purdah sufren de violencia sexual sin posibilidad de reclamar justicia. ¿Qué justicia se puede reclamar entre los pueblos en ruinas?
Como una maldición, Cachemira no es territorio para las mujeres.
Círculos
Zareefa Jan, es una mujer que vive alejada de la zona más conflictiva de Cachemira. Zareefa Jan nunca fue a la escuela, si bien ella habla en su idioma nativo no puede leer ni escribir en él, como la mayoría de las mujeres de la región.
Zareefa Jan es poeta y creó su propio lenguaje para registrar en papel y no olvidar sus poemas.
En los pocos reportajes que puede encontrarse en youtube sobre Zareefa son sus hijos varones los que hablan por ella. El relato de cómo comenzó a componer sus poemas es más o menos el siguiente:
Empezó a hacer poemas unos años después de contraer matrimonio, pasados los treinta. Había ido a buscar agua a un arroyo cercano cuando perdió todo sentido del mundo que la rodeaba y cayó en una especie de trance. Cuando volvió en sí, se sentía como una persona completamente diferente. Al recuperar los sentidos, solo pudo pronunciar un poema.
Hasta entonces, no tenía idea de qué era la poesía porque nunca la había leído. Pero desde entonces ha escrito cientos de poemas.
Zareefa Jan se dio cuenta de que tenía predilección por la poesía. Pero tenía un problema y era como atesorar sus poemas para no olvidarlos. Sus hijos estaban aprendiendo a leer y escribir en inglés en la escuela, pero sus poemas le llegaban en Cachemiro. Ella consideró que sus niños no podían ayudarla.
Zareefa trató de memorizar sus poemas pero era una batalla perdida solo podía recordar algunas de sus obras; la mayoría se diluían de la memoria con el tiempo. Decidió pedir su ayuda a su familia.
Uno de sus hijos propuso grabarla, otro escribir sus poemas, pero Zareefa sentía que ambas formas no le servían. Pensó que no podría llevar a mis hijos consigo a todas partes para que le susurren sus versos al oído y así poder recordarlos, ni tener a sus hijos cerca cada vez que tenga un pensamiento y quiera grabarlo, ya sea en cinta o en papel.
Zareefa Jan decidió que cuando tuviera un pensamiento tomaría una hoja y dibujaría las formas de las cosas en ella, se dijo:
“Si había una manzana como palabra en mi poema, dibujaba una manzana; si había un corazón, dibujaba un corazón. Más tarde, cuando mi hija tenía tiempo, yo decodificaba esas formas y mi hija escribía el poema. Yo soy analfabeta, y nunca había tenido una pluma antes. Así que todo lo que dibujé tenía la forma y un tamaño diferentes de un círculo. ¡Incluso si dibujara un plátano, sería circular!”
Pasó el tiempo y las formas circulares demostraron ser una buena forma para que la poeta recordara sus líneas hasta que su hija pudiera anotarlas. Un día su hija, repentinamente, falleció. Zareefa olvidó documentar sus poemas durante un tiempo hasta que decidió volver a registrarlos con esas formas circulares que representan cada cosa del mundo.
Zareefa Jan tiene escritos aproximadamente trescientos poemas que hablan del amor, de las pérdidas y de los sueños. Su familia está intentando que su trabajo sea publicado tanto en su escritura codificada como en su transliteración convencional, una al lado de la otra
En su recomienzo, luego del luto, Zareefa comentó:
“Me di cuenta de que durante los muchos años de asignar mi propio significado a mis círculos me habían ayudado a crear una especie de alfabeto. Solo yo puedo leerlo, pero estoy contenta con eso […]. Sigue evolucionando a medida que le doy a los círculos un significado que solo yo puedo recordar y decodificar. Este es mi idioma, el idioma de los círculos”.

Poema Que soy responsable de mí, me dijeron un fuego arde en mis adentros; la juventud me ha abandonado este mundo no es eterno, vete pronto entonces, dentro mío un fuego arde. Poema Piensa en ti mismo ¿Por qué tienes prisa? Cuidado no olvides de pronunciar la verdad

Zareefa Jan escribe sus poemas en el papel, emplea círculos de diversos tamaños, con pequeñas diferencias, unos más cerca que otros, algunos remarcados. La poeta ha inventado un lenguaje de círculos, que solo ella puede leer, para resguardar sus palabras del olvido.