Durante el 2022 se realizó el 1º Concurso Nacional de Poesía Inés Manzano en el cual resultó ganadora Guarania, una obra que reconstruye el linaje desde la lengua
El poemario está precedido por un escrito (a modo de prólogo) de Rodrigo Villalba Rojas quien desmenuza la obra y la presenta de manera impecable.
Guarania nace de otra semilla, una lanzada con anterioridad, se desprende de un poema anterior de la autora. Germina la palabra que latía a la espera, hace su llamado para hacerse obra.
Los versos confluyen para poner en movimiento una obra explosiva que se dispara en direcciones variadas dejando marcas de humo en su camino, esas marcas permanecen como rastro en el lector que la recorre. Puede asirse el fantasma en la contemplación, somos testigos de una genealogía ajena.
Cuadros y escenas se suceden, en ellos la historia y el linaje, amarrados ambos a la palabra y a la lengua, al decir y qué decir y en qué lengua. En ese cruce entre el guaraní y el castellano, qué es lo que está prohibido y qué es lo que está permitido. En ese dirimirse lo que se deja atrás, o busca dejarse atrás, es un corte en el legado, la mutilación de una identidad sobre la que de alguna manera se volverá.
La música es en la memoria la resistencia al silencio y, en estos versos, es el salvavidas que sobrevive al corte. Un repiqueteo que habla en otra lengua sin voz.
Mi madre no aprendió su lengua madre. Habla un castellano cuyo acento es una mata hecha de fugas , construida en los contornos de la prohibición. Sin embargo su forma de callar es sonora como si desde el fondo de sí misma la niña que escuchaba el guaraní contara secretos y ella abriera los ojos única salida para tanta música.
La Sujetx imaginaria de Guarania se explora en la reconstrucción de una lengua a la que llega como retorno y punto de partida, se interroga: cómo nos sentimos en otro idioma, cómo extrañamos y nos configuramos. Quién modela a quién.
¿En qué idioma extrañamos, en qué idioma lloramos a los muertos? Hablar no es función básica, es una obstinación. Usamos parte de nuestros sistemas respiratorios y digestivo, nos acomodamos el cuerpo hasta que nos parece natural. Somos intérpretes de un hallazgo que primero fue gemido, grito, llanto.
La poesía, materia del hacer en Guarania, llega con el guaraní, el mismo que se clausuró y retorna ahora como el agua.
Poema, último y primero Ñamandú en el mismísimo centro de tu corazón. Para un guaraní La poesía no existe o todo lo que existe es poesía.
En la reconfiguración de esa sujetx que busca resuena la nostalgia, pero no el pesar, desandar es redescubrirse desde aquellos que fueron y son en quien habla. La vuelta al origen es a la vez retorno a lo natural y sus lecciones.
Una vez fuimos todos los animales y todas las plantas. El cuerpo de las flores y las frutas. Y las hojas. Y la forma de las hojas. Y la sombra de la forma de las hojas.
Pola Gómez Codina logra en Guarania un poemario no solo sólido sino de alto espectro sensitivo. Nos embarcamos con ella, descendemos en su puerto y nos dejamos conducir. Esa memoria ajena ahora resuena en la nuestra, como la música, repiquetea, una lejana melodía en otra lengua.
Pola Gómez Codina: Argentina, Ramos Mejía, 1982. Es profesora de Castellano, Literatura y Latín (JVC), Especialista en Literatura y Lenguajes Audiovisuales (IES Mariano Acosta) Y Magíster en Escritura Creativa (UNTREF). Ha sido antologada en la plaqueta Ellas por ellas (Clara Beter Ediciones. 2019), Sayana: voces del agua (Sombragrís. 2019), y Poetas Argentinas 1981-2000 (Ed. del Dock, 2023). Fue traducida al francés por la revista Fracas. En 2020 publicó su primer libro, De fondo suena siempre Whitney Houston (Salta el pez). En 2021 obtuvo la beca creación literaria del FNA. En 2022 obtuvo el primer premio del Concurso Nacional de Poesía Inés Manzano.
Una idea sobre “La lengua: música, memoria e identidad. «Guarania» de Pola Gómez Codina”
cuanta belleza en esta descripcion, gracias, gracias….