Siempre habrá nuevas formas de decir y diversas estrategias para contar, si a esto lo cruzamos con el terror -uno de los imanes que más seguidores atrae- y lo llevamos a Instagram tenemos un nuevo género: Tell Fear (ins)Stories.
Este artículo da casi por hecho que en algún momento todes hemos encallado en una película del Found Footage. Algunes habremos sorteado esto con bajas en nuestras horas perdidas, otres habremos disfrutado de esa tensión disparada ante un efecto predecible pero siempre efectivo. Si bien en estas líneas no haremos referencia en profundidad a este género en particular, si vale la pena mencionarlo al pasar como un antecedente de lo que veremos más adelante y que se desarrolla en las redes sociales, más precisamente en Instagram.
The Blair Witch Proyect (1999) es el ejemplo primero que nos viene a la cabeza –luego llegará Actividad Paranormal y hará lo suyo-, película que llevaba tan bien puesto el Found Footage que muches después de haberla visto sostenían que lo que había en la cinta era real. Diversos periódicos de la época atestiguan disputas que han terminado en violencia extrema ante esta disyuntiva. Ojo, une puede decir: pssss cómo van a creer eso? Veamos: 1999 en Argentina, internet ha llegado, pero no es masivo, es un servicio costoso y se usa, en su mayoría, en el ciber. De celulares ni hablemos. Dicho de otra forma, no se podía saber todo solo dándole al touch del cel robando wifi, como sucede hoy en día. Observen qué contexto propicio para darle play al VHS (no hay ni dvd aún) y sufrir.
El Found Footage nos trae una historia que comienza al encenderse una cámara que registrará todo el acontecer paranormal –o símil– que sucederá y del cual seremos testigos. Los planos sin estabilidad y la omisión de secuencias serán antecedidos por la advertencia inicial que reza: las cintas que se exponen a continuación fueron encontradas en algún lugar, en algún tiempo. El film nos extiende una garantía falaz de verdad y pone a funcionar el pacto ficcional entre el espectador y la obra.
Después de dicho esto y dejando trazado este somero panorama sobre algo que no reviste ningún misterio, nos adentramos en lo que nos convoca: las series de Tell Fear (Ins)Stories.
Historias de miedo desarrolladas en las stories de la aplicación Instagram. Esto que parece una simpleza no lo es tanto, diversos factores intervienen en esta nueva forma de contar terror.
Por un lado una de las características es que las historias tienen como eje al mismo propietario del perfil -acá es donde vemos la cámara en mano del found footage asomarse-. El centro de los sucesos recae sobre le propietarie del perfil y su registro es la prueba. Eso abre otro pacto de verosimilitud que no deja, en principio, de ser ficcional.
Otro punto que debemos considerar en toda narración de Tell Fear (Ins)Stories es la inmediatez y la participación del follower en la historia. Las stories son subidas a línea sin previo aviso, sin explicitar día específico. El acceso de les followers es inmediato (así el registro sea en vivo o no), la expectación de les fieles seguidores se mantiene al pie del cañón. A esto hay que sumarle un plus destacado: la intervención del receptor en las decisiones del implicade, por ejemplo, a través de encuestas en la misma storie que van determinando el qué hacer del aterrorizado influencer (?). Me voy a dormir a un hotel o me quedo en casa? Pregunta al borde del colapso. 87% Hotel vs 13% Casa. Gana hotel, la storie siguiente nos mostrará cómo parte raude a un albergue más seguro.
Un paréntesis: algo similar a esto que venimos detallando lo encontramos en la serie Circular, de la RTVE para su canal digital Playz. Tres episodios de quince minutos que narran la desaparición de seis jóvenes en el subte de Madrid. Dos periodistas de investigación reconstruyen -con los celulares encontrados y el registro de las cámaras de seguridad- los acontecimientos ocultos. Esta producción fue contada a través de las stories de Instagram del canal (@playz_es). Diferencias? Muchas. Para mencionar solo una: en el caso de Circular los papeles protagónicos son encarnados por actores profesionales. Es otra manera de presentar un Found Footage, solo que para ser consumido por el público joven a través de Instagram. Ni mencionar la moneda que hay detrás de RTVE.
Un exponente del género Tell Fear (Ins)Stories es el perfil de Carlos Name quien -junto a su perro Risopus- va dejando huellas de su derrotero enfrentando fuerzas extrañas en su hogar para que nosotres podamos seguirlas. Las mismas se encuentran guardadas en sus stories, numeradas y tituladas “Cosas Raras” 1, 2, 3, etc. No vamos a entrar en detalles para no spoilear, ojo al parche.
La narración de Carlos Name, en Instagram, seriada en episodios, con la participación del público y donde vemos a un sujeto normal (digámoslo así) que enfrenta las fuerzas paranormales en el mayor desconcierto y que aún no se ha resuelto, es el mejor ejemplo de Tell Fear (Ins)Stories.
Podemos creerle? Es una elección, depende hasta donde cierra su pacto cada une y hasta dónde quiera llegar.
La pregunta que nos queda después de esto es: qué esperas para ir a jugar a la copa (la ouija prole) -durante un mes, día de por medio, a las tres de la mañana- en ese cementerio rural, lejos de todo, casi sin iluminar -cómo siempre dijiste- y filmar todo?